Si hubo período en que las bandas con nombres poco comunes fueron algo recurrente, esos fueron los 80. En las bandas de rock latino, tanto en Chile como en Argentina, hubo denominaciones tan estrambóticas como GIT, Upa!, Sumo, Aparato Raro, ZAS, Valija Diplomática, Aterrizaje Forzoso, Soda Stéreo, pero quizás el premio gordo se lo llevan Los Enanitos Verdes.

Y todo fue en base a una leyenda urbana, al menos así lo asegura la banda en su sitio web oficial. El rumor habría ido creciendo e incluso tuvo cierta resonancia en medios de comunicación.

El hecho puntual fue una simple e inocente foto familiar, pero que fue adquiriendo unos tintes por lo menos inquietantes. Dignos de El día menos pensado.

“Corría el año 1979 y una familia de turistas, mientras visitaba en Mendoza el Puente del Inca, se toma una fotografía. Al revelarla aparecen a un lado de dicha familia unos enanitos verdes en ronda. Al momento de sacar la fotografía obviamente no los vio nadie pero luego del revelado allí estaban. Este hecho tuvo una trascendencia pública notoria saliendo en los periódicos locales. E inclusive dicen algunos que llegó la fotografía hasta la NASA para comprobar su autenticidad”.

“Leyenda o realidad un amigo nuestro que era periodista de una revista bautizó a nuestro novato grupo con el nombre de Los Enanitos Verdes de Puente del Inca y así apareció en la primera crónica. Los integrantes optaron por la mitad del nombre: ‘Los Enanitos Verdes’, pero bien podrían haberse llamado también Puente del Inca”.

Con ese nombre, comenzaron a presentarse en 1983. Luego, publican su primer álbum homónimo, que incluía el seminal hit Aún sigo cantando. El resto es historia, una trayectoria exitosa que marcó una época sobre todo en nuestro país.