Esperando a las estrellas

Messi

Argentina abre los octavos ante Francia en un duelo de indiscutibles candidatos que todavía no han aparecido como tales. El perdedor cargará con un fracaso absoluto. Sampaoli reconoce que basa su táctica en Messi. Deschamps no le trazará un plan personal, pero tomará resguardos. Las individualidades aún no han aportado. Griezmann, al debe.



La frase se repite cada vez que termina la fase de grupos: ahora empieza el verdadero Mundial. Una afirmación que nace de los mismos protagonistas, sobre todo de aquellos que no lo hicieron tan bien en la primera ronda. Sin embargo, dicha sentencia no es correcta. Para nada.

La Copa del Mundo comenzó hace rato. Y si no es así, que le pregunten a los alemanes, campeones vigentes, pero ya eliminados. Lo que sí es cierto es que los octavos de final brindan una nueva oportunidad, la de replantearse, hacer borrón y cuenta nueva, corregir errores, dejar atrás lo malo y enmendar el rumbo.

Precisamente eso es lo que busca Argentina, de decepcionante zona grupal en Rusia. Y también Francia, que sólo mostró pincelazos de su calidad. Ambas selecciones dan inicio hoy a la ronda de los 16 mejores, en Kazán, con ganas de partir de cero, pero con muchas dudas en lo futbolístico.

Después de clasificar en la agonía ante Nigeria, la Albiceleste tiene la difícil misión de eliminar al conjunto galo, que si bien no brilló, está invicto y solo recibió un gol en contra. El duelo asoma muy parejo y, por lo mismo, muy atractivo. Lionel Messi, por un lado; Antoine Griezmann, por el otro. Dos estrellas cuya luz ha sido muy opaca hasta ahora, pero que constituyen una seria amenaza para la defensa rival, ya que pueden despertar en cualquier momento.

"Argentina va a jugar con el cuchillo entre los dientes, va a saltarle a los rivales, pero también me gustaría que logremos diferenciarnos desde el juego", advirtió el técnico Jorge Sampaoli, emulando una de las arengas características de Diego Cholo Simeone, entrenador del Atlético Madrid.

El cuestionado DT transandino, cuya autoridad sobre el plantel está muy en entredicho, según la prensa de ese país, mantuvo la tónica de sus conferencias anteriores: alabar hasta el cansancio a la Pulga. La alineación la arma en torno al 10 y a estas alturas parece no importale esconder esa realidad, que le ha valido seria críticas en Argentina.

"Messi es un farol, un indicativo para todos. Tenemos que estar a su altura en todo momento. Nos permite ver cosas que sólo un genio puede ver (...) Hay que saber jugar para todas sus capacidades. Hay jugadores que lo entienden bien por afinidad y por el paso del tiempo y otros a los que le llevará más tiempo", reconoció.

Una de las fortalezas de Francia es la solidez defensiva, que potencia con un mediocampo de lujo, con Pogba y Kanté como estandartes. Y como Argentina basa su juego en Messi, hecho que su propio técnico confiesa, frenar al astro es la clave para anular el funcionamiento argentino. Didier Deschamps, entrenador de Les Bleus, lo sabe. "Messi es un jugador muy importante. Estamos hablando de un futbolista enorme. No hay un plan anti Messi, pero sí hay que tomar resguardos", dijo.

"Mas allá de que Francia tenga un plan para neutralizar a Leo, nosotros tenemos otro para potenciarlo. Argentina tiene al mejor jugador del mundo, pero también otros para complicar a Francia en otros matices", replicó Jorge.

La presión cae fuerte sobre ambas escuadras, pero por historia y por tener a Messi es Argentina la que tiene que asumir la responsabilidad. Como sea, el ganador de la llave tendrá derecho a soñar, pero el perdedor se irá con un fracaso absoluto. Un duelo de máxima tensión.

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