La peor de la historia

Un impacto mundial. Una sorpresa transversal. La selección alemana, el último campeón del mundo, el conjunto que asomaba como uno de los principales favoritos, se va para la casa de manera muy prematura. Fue tanto el descalabro que, con la derrota ante los surcoreanos, los germanos finalizaron últimos en la zona F.

En los últimos mundiales siempre fue animador el cuadro alemán. Desde Corea-Japón 2002 hasta Brasil 2014 nunca bajó del tercer puesto. Pero ayer todo se desmoronó debido a una actuación muy decepcionante. "La camiseta pareció pesar un millón de toneladas sobre los hombros de los jugadores", afirmó el exportero Oliver Kahn en la televisión pública local, ZDF.

Bajo el formato actual del torneo, con 32 selecciones, es la primera vez que Alemania es eliminada en la fase de grupos. Como si fuera poco, es el peor Mundial para aquel país en 80 años. En Francia 1938 fue la última ocasión en la cual los europeos se despidieron en la primera ronda. En aquella oportunidad participaron 15 selecciones (no estuvo Austria) y los eliminó Suiza en octavos de final, que fue la ronda inicial de esa edición. Igualaron 1-1 y por penales los helvéticos vencieron 4-2. El ganador fue Italia.

La ubicación histórica más baja de Alemania en una Copa del Mundo, hasta la fecha, fue el décimo puesto de Francia 1938 (entre 15). No obstante, Rusia 2018 será peor porque estarán bajo el lugar 21º. Equipos eliminados como Irán, Perú, Nigeria, Serbia y Corea acabarán por sobre los teutones, sea por puntos o diferencia de gol.

Con la catástrofe del plantel de Joachim Löw, se repite un fenómeno triste para los recientes monarcas de la mayor competencia del planeta. Bajo el actual formato de competición, Brasil es el único campeón defensor que ha pasado la fase de grupos en la edición siguiente. El Scratch lo consiguió en 1998 (ganó en Estados Unidos 1994 y fue finalista cuatro años después, en Francia) y en 2006 (campeón en 2002 y cuartofinalista en Alemania). En cuatro de los últimos cinco Mundiales sucedió el derrumbe del campeón vigente: Francia en 2002, Italia en 2010, España en 2014 y Alemania en 2018.

Confederaciones maldita

Hace aproximadamente un año, un renovado plantel germano fue campeón de la Copa Confederaciones. Löw apostó por llevar a un equipo alternativo, reservando a sus estelares precisamente para el Mundial.

En San Petersburgo, venció por 1-0 a Chile para obtener el certamen de Rusia, que sirve de antesala para lo que vivimos en estos días. Para mala suerte de la Mannschaft, se cumplió una premisa que se convirtió en tradición, o más bien un karma: el monarca de la Confederaciones no gana la Copa del Mundo al año siguiente.

Por sexta vez sucedió la situación antes mencionada. Brasil ganó la Confederaciones en cuatro oportunidades (1997, 2005, 2009 y 2013) y un año después se fue con las manos vacías de la Copa del Mundo. Francia ganó el certamen en 2001 y en 2002 se fue en la primera ronda de Corea-Japón. Y el caso alemán ya se conoce.

De diversas maneras se puede enfocar lo sucedido ayer en Kazán. Lo único claro es que Rusia 2018 engrosa una de las páginas más tristes del fútbol alemán.