Nicolás Jarry: "Ahora juego más simple; en golpes y en pensamientos"

Jarry

La figura en la serie de Copa Davis ante Ecuador es el jugador nacional del momento, en una temporada donde por primera vez tendrá la posibilidad de disputar sólo torneos ATP. Un camino interior que reconoce que no ha sido fácil, pero que hoy lo tiene con la confianza a tope.



Nicolás Jarry (22) tiene un carisma distinto. Se ve algo tímido para enfrentar a los medios. Incluso, modula y medita cada respuesta. Le preocupa comunicar bien sus ideas y satisfacer los requerimientos de sus interlocutores. Su fama ha ido crecido rápidamente gracias a sus buenas actuaciones, que hoy lo tienen en el puesto 95 del ranking mundial, la mejor ubicación de su carrera.

Lejos del asedio, se muestra mucho más relajado. Y también más bromista. Tiene mucho que contar y tras su extraordinaria actuación en la serie de Copa Davis ante Ecuador, donde ganó con autoridad sus dos singles y fue pieza clave en el triunfo en dobles, junto a Hans Podlipnik, todavía más.

A pesar de eso, los mejores recuerdos defendiendo a Chile por la Ensaladera se los dejó el enfrentamiento ante Colombia en Iquique, en 2016. "Esa serie fue la más importante para mí, por los rivales a los que derrotamos. Aunque fue media rara, porque después se retiró (Santiago) Giraldo", sostiene.

El día después ya lo sorprende en Quito, su nueva parada tras el memorable fin de semana copero. Ahí disputará el ATP 250 de la capital ecuatoriana, donde debutará ante el argentino Facundo Bagnis (195º). Casi no durmió, ya que debió presentarse a las 2.30 de la madrugada de ayer en el Aeropuerto de Santiago para tomar el vuelo hacia el país de la mitad del mundo, pero a pesar de ese cansancio acumulado atiende sin problemas a eldeportivo de La Tercera.

Siente que esta Copa Davis lo posicionó como líder definitivo del equipo, tomando en cuenta su ubicación en el ranking y la importancia de sus triunfos.

Siento que tengo un rol muy importante, pero líder no creo que sea la palabra. Lo más importante son los puntos y dejo todo en la cancha para conseguirlos; si me toca jugar un partido o tres, siempre será lo mismo. Somos un equipo y todos tiramos juntos. Y si bien en esta serie me tocó a mí, en la siguiente le puede tocar a otro.

Este año ha mostrado significativos cambios en su juego. ¿A qué responden estas modificaciones y cuáles han sido los beneficios que le han traído?

Ahora juego más simple, tanto en golpes como en pensamientos. Eso estoy tratando de hacer. Son tantas las variables dentro de un partido, que simplificar las cosas te ayuda, sobre todo en la regularidad.

En ese sentido una de las variaciones más notables ha sido la relacionada con su servicio. De hecho, en el partido frente a Iván Endara alcanzó una velocidad de 233 kilómetros por hora. ¿En que consiste esa modificación?

Con el cambio que hice el brazo queda mejor posicionado, tengo más soltura y mejor biomecánica en todo el movimiento.

Por primera vez en su carrera va a tener la posibilidad de disputar muchos torneos ATP seguidos. Uno de ellos es el de Quito, donde mejor le ha ido en el pasado y donde en esta ocasión el cuadro se ve bastante favorable en el papel. ¿Con qué resultado se conforma en el campeonato?

Con hacer un buen partido, nada más. El gran cambio que hice el año pasado fue pasarlo mejor y estresarme menos por el resultado. En más de un año, el único campeonato en el que no logré estar con esa mentalidad fue el Abierto de Australia, pero no volverá a pasar.

En 2015, cuando parecía comenzar su despegue, sufrió un accidente en la nieve. ¿Cuánto ha cambiado usted desde ese momento?

Mucho. Eso sí, el gran cambio lo hice un año después del accidente. Esto sólo me ayudó a darme cuenta de que el tenis es lo mío.

A propósito de eso, ¿cómo trabaja el aspecto mental, tomando en cuenta que está en una nueva etapa y entrando a competir con los mejores?

Entrenando lo mas consciente posible día a día en todos mis actos, tratando de ser lo más profesional que pueda.

¿Qué siente que le ha faltado para poder avanzar más lejos en los ATP, Grand Slams y Masters 1.000 que ha jugado en su carrera?

Experiencia, un poco de tranquilidad y más fe en mí mismo.

Volviendo a la Davis, Argentina será el próximo rival en abril. ¿Que le causa ser la principal preocupación del capitán argentino, quien ya dijo que la superficie y la sede iban a tener relación con su juego?

No mucho, sé que puedo ser un jugador peligroso para cualquier rival y ésa es mi idea. Para eso trabajo todo los días, para ser el mejor. La serie va a ser en unas condiciones parecidas a las que crecí toda mi vida y eso va a ayudar un poco.

¿Qué le pareció que Christian Garin no estuviera ante Ecuador, para privilegiar su preparación en el circuito?

Me pareció una buena decisión para el momento que está pasando. Necesita volver a ganar partidos y sentirse bien en su juego. A todos los jugadores del mundo les fascina jugar por su país, pero muchas veces jugar la Davis te interrumpe tu calendario anual y es ahí cuando uno tiene que adaptarse al momento.

Desde adentro del equipo, ¿cuál siente que es el principal aporte de Marcelo Ríos al grupo, tomando en consideración todo lo que ocurrió con él externamente?

Es la confianza que nos transmite. Que alguien con la trayectoria y experiencia que él tiene te esté criticando las cosas buenas tanto como las malas, en cada momento, es impagable. Él junto con Nico hacen una tremenda pareja. Son dos personas muy sabias y saben manejar a diferentes jugadores, con diferentes estilos.

¿Cree que la presencia de Marcelo Ríos en Argentina podría causarles algún problema, tomando en cuenta el ambiente que podrían encontrar allá?

Para mí no causará ningún problema. Los últimos años hemos jugado en otros países y no ha habido ningún problema.

En la conferencia de prensa tras la serie ante Ecuador, Nicolás Massú señalaba que el cambio de formato puede favorecer al equipo cuando enfrente a Argentina. ¿Coincide con ese análisis?

Sí. Al mejor de tres sets pueden pasar muchas cosas, es un partido mucho más rápido, sin espacio a errores. Ellos tienen la presión y nosotros mucha experiencia que ganar.

¿Cómo se ve a fin de año?

Habiendo jugado muchos torneos ATP y con muy buenos partidos contra los mejores del mundo.

¿Se pone alguna meta en términos de ranking?

Mantenerme top 100. Jugando ATP es más difícil.

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