La maniobra dilatoria de Jadue para aplazar su sentencia y los descargos de su madre: "Los crié sola"

Cuando era niño, el expresidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, Sergio Jadue, tenía un secreto que le garantizaba que sus familiares venderían más que el resto de los comerciantes de La Calera en época navideña. En aquellos días, se levantaba más temprano que de costumbre y ponía "palitos" en los candados de sus rivales. Los locatarios tardaban en deshacer el entuerto y en el intertanto, su clan se llenaba de clientes.

Las trampas inocentes evolucionaron con los años a otros tipos de maniobras y ahora, que permanece como testigo protegido en Miami por su colaboración en desentrañar la máquina de corrupción de la Fifa, Jadue exhibe nuevos trucos. Así, por quinta vez, solicitó a los tribunales norteamericanos que retrasen la lectura de su sentencia, programada para el 11 de junio a través de su abogado en Nueva York, William W. Brodsky, del bufete Fox Horan & Camerini de Corte Este.

Según explican cercanos, el escenario que manejó el calerano durante todo este periodo es que no recibiría más de cinco años de libertad vigilada. Sin embargo, en octubre de 2017 se conoció la primera sentencia de la indagatoria por corrupción de la FIFA en contra del exsecretario general del fútbol de Guatemala, Héctor Trujillo. ¿La pena? Ocho meses de prisión efectiva por la jueza federal de Brooklyn, Pamela Chen, la misma que debe informar respecto de la pena del dirigente chileno.

Su caso guarda similitudes con el de Jadue: colaboró con la justicia norteamericana tras reconocer ser parte de la máquina de corrupción, pero estaba mucho más involucrado en el proceso ya que se comprobó que lavó miles de dólares en sobornos de una empresa en Miami. A cambio, Trujillo obtuvo la concesión de derechos de televisación y comercialización de partidos para los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022 de la selección de fútbol masculina de su país.

La segunda condena fue para Costas Takkas, exdirigente de la Federación de Fútbol de las Islas Caimán: quince meses de cárcel por conspiración para blanquear tres millones de dólares en sobornos.

Jadue, como publicó Ciper, admitió que entre 2012 a 2015, "a sabiendas e intencionalmente de acuerdo con otros oficiales de fútbol y ejecutivos de marketing deportivo, acordé participar en un esquema de defraudar a FIFA, Conmebol y Concacaf de su derecho a servicios honestos al aceptar sobornos. Yo y otros oficiales de fútbol mantuvimos posiciones de autoridad y confianza dentro de estas organizaciones de fútbol. A pesar de esto, compañías de marketing deportivo nos hicieron pagos de soborno para obtener y mantener los derechos de marketing en el torneo de Copa América, incluyendo una edición del torneo programada a ser jugada en los Estados Unidos en 2016. Para llevar a cabo el esquema, yo, junto con otros oficiales de fútbol y ejecutivos de marketing deportivo, utilizamos instalaciones de transferencia e instituciones financieras localizadas en Estados Unidos, entre otros países, para hacer y recibir los pagos de soborno". En total, habría recibido 2,2 millones de dólares que se encuentran incautados.

Actualmente, se encuentra viviendo en Miami como testigo protegido, en un barrio residencial donde predomina la población rusa. Tal como publicó este medio, Jadue tiene hoy una rutina establecida: En la mañana, parte a dejar a sus hijos al colegio, retorna y va al gimnasio del edificio, prepara el almuerzo junto a su esposa María Inés Facuse, ve series de Netflix y mantiene contacto permanente con su familia y cercanos a través de whatsapp. Durante las tardes se distrae con cenas con amigos que ha hecho allá: un cubano de nombre Carlitos y un chileno y su familia que partió a Norteamérica tras haberse visto involucrado en problemas con la justicia. Además recibe visitas de familiares. Se mantiene, detallan, en forma, algo que lo obsesionó en Chile al punto de someterse hace unos años a una cirugía plástica en la clínica Tabancura.

Teletrece informó esta semana que la madre de Jadue utilizó un viejo mandato de 2005 para vender, tras viajar a Estados Unidos, en $405 millones un departamento en Vitacura que había comprado en $370.

Gloria Jadue Jadue prestó declaración en la causa que lleva la Fiscalía Oriente. Allí señala que "soy madre de dos hijos, Sergio Jadue Jadue y Evelyn Jadue Jadue, los cuales crié sola desde su niñez, ya que el padre de ellos nos abandonó hace 30 años a la fecha sin saber nunca más de él en todo este tiempo. Mi hijo Sergio estudió derecho, pero nunca dio su examen de grado, y mi otra hija cocina internacional y administración de empresas".

Gloria consigna que desde agosto de 2014 reside en La Serena, donde se trasladó a vivir Evelyn, y que anteriormente vivía en La Calera, donde era propietaria de un local de venta de ropa de niños por casi 30 años, lo que complementaba con una panadería "que uno de mis hijos, Sergio, abrió para ganarnos la vida". Complementa con que en La Calera recibió una "importante fuente de recursos" de herencias familiares, pero que la administración de estos bienes se los delegó al exlíder de la ANFP.

Añade que cuando en 2014 compró un departamento en Coquimbo por 4 mil UF, "el banco me colocó algunos problemas, razón por la cual uno de mis hijos, Sergio Jadue, me apoyo en los trámites, finalizando por ser el aval de dicho crédito, facilitando así la obtención de dicho crédito". La mamá de Jadue acota que para la adquisición del inmueble dio un pie en efectivo de $10 o 15 millones. Sobre su pasar actual, comenta que vive de una jubilación y de rentas de La Calera.

Respecto de Gloria, la PDI concluye en un informe de 2016 que lo declarado en cuanto a la compra del departamento no calza con su perfil financiero. En ese mismo documento se hace referencia a dos transacciones extrañas de Jadue: el pago en efectivo de su parcela en el Condominio Campanario, en que alcanzó a entregar dos cuotas de $50 millones; y las referencias de su chofer al traslado, también en efectivo, de $90 millones.