“Legislar con urgencia, pero no en caliente”: el mensaje de Boric que reabrió el debate del rol errático del gobierno ante la agenda de seguridad

El Mandatario se hizo eco de las declaraciones de la diputada del Frente Amplio Maite Orsini, quien en un inicio se negó a legislar “a matacaballo”, como repetían en el oficialismo. En el sector tenían un precedente y querían evitar lo ocurrido con la llamada Ley Nain-Retamal, que se aprobó el año pasado en medio de una fuerte presión social y mediática.


Fue el lunes pasado, en la sesión de las comisiones unidas de Seguridad y Constitución, que la diputada Maite Orsini (Frente Amplio) levantó la mano para no dar la unanimidad para tramitar ese día hasta total despacho el proyecto sobre reglas de uso de la fuerza (iniciativa que fija criterios y protocolos a los militares y policías para el uso correcto de su armamento, por ejemplo, para repeler una agresión)

“Compartiendo la premura en poder despachar este proyecto de ley a sala, como usted bien señala, es un proyecto de suma importancia que llevamos un año discutiendo en estas comisiones unidas. Y si bien hay disposición por parte de mi comité a trabajar todas las horas que sean necesarias, nosotros no podemos dar el acuerdo para despacharlo hasta total despacho, porque no queremos que no se pueda discutir con la seriedad y con el tiempo que requiere”, argumentó Orsini, a cuya postura también se plegó el jefe de la bancada PPD-independiente, Jaime Araya.

Este miércoles el Presidente de la República, Gabriel Boric, hizo propia la visión de la diputada frenteamplista. “Las cuestiones permanentes tienen que legislarse con urgencia, pero no en caliente (...). Con la seguridad no se improvisa y acá no se trata de quien grita más fuerte”, dijo, reabriendo un debate sobre la conducta errática que ha tenido el gobierno tras el asesinato de tres carabineros en Cañete.

La postura de Orsini, de negarse a legislar “a matacaballo”, como repetían en el oficialismo, tenía un precedente. En la alianza gubernamental querían evitar el fenómeno que se dio en la brusca aprobación de la llamada Ley Nain-Retamal (que recuerda a dos carabineros asesinados y que establece un estatuto de protección y presunción jurídica a los efectivos policiales y militares en actos de servicio). Esta norma, que terminó fusionando dos iniciativas, estaba entrampada en el Congreso, pero la presión social producto del asesinato de otra carabinera, la sargento Rita Olivares, en marzo del año pasado, obligó a que el oficialismo cediera y aprobara la propuesta de la derecha.

Por ello, la resistencia de la legisladora frenteamplista, al no dar la venía para sacar en un plazo breve el proyecto sobre reglas de uso de la fuerza, concitó respaldo en la alianza gubernamental y no parecía ser una acción aislada.

De hecho, el pasado martes en la mañana, el presidente de las comisiones unidas, el diputado Miguel Ángel Calisto (Demócratas), volvió a pedir la unanimidad para discutir la misma iniciativa hasta total despacho, pero Orsini volvió a oponerse.

El problema es que hasta ese minuto la Cámara de Diputadas y Diputados, que pretendía sesionar el jueves para despachar al menos una de las iniciativas de la agenda de seguridad, no tenía ningún proyecto para poner en tabla. En el Senado, el cuadro no era distinto.

En otras palabras, había un serio riesgo de que fracasara la idea transversal de las fuerzas políticas de suspender el receso legislativo de esta semana (“regional” en caso de los senadores y “distrital” para los diputados) con el fin de sacar un conjunto de iniciativas contra la delincuencia, tras el asesinato de tres carabineros en Cañete.

Ante la negativa de Orsini, cuyas palabras fueron refrendadas por la vocera de Gobierno, Camila Vallejo (PC), en entrevista de T13 Radio, los diputados opositores emplazaron al ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), para que señalara si compartía la decisión de no legislar este martes hasta total despacho.

Si bien Elizalde no quiso contradecir a la legisladora frenteamplista, molesto por los emplazamientos dio una señal en sentido contrario al de Orsini. “Yo haría el esfuerzo por legislar, porque llevamos no sé cuánto tiempo perdido entre ayer y hoy haciendo puntos políticos que son inconducentes respecto del proyecto de ley”, dijo.

En esos instantes, en el oficialismo y en la oposición no tenían claro qué era lo que quería el Ejecutivo. Ello, sin embargo, se despejó en horas de la tarde, luego de que los presidentes del Senado y de los diputdos, José García (RN) y Karol Cariola (PC), dirigieran las conversaciones para terminar con este juego de bloqueos legislativos y maniobras dilatorias.

Finalmente, ello permitió que el Senado pueda sesionar este jueves en la tarde para votar la Ley Antiterrorista y la Cámara lo haga mañana para despachar la creación de un nuevo Ministerio de Seguridad y el mencionado proyecto sobre reglas de uso de la fuerza, que hasta este mediodía se seguía discutiendo en las comisiones unidas, pero hoy sí con acuerdo de discutirlo “hasta total despacho”.

Críticas

Las últimas palabras del Presidente, en todo caso, cayeron mal en la oposición.

A juicio de la jefa de la bancada RN, Ximena Ossandón, los dichos del Mandatario son una muestra de que el gobierno “le está poniendo freno a la agenda de seguridad. Este proyecto (sobre reglas de uso de la fuerza) está desde abril del año pasado, con la muerte de varios carabineros entremedio”.

“El Presidente busca cualquier excusa para trabar la agenda de seguridad”, añadió el diputado Cristián Araya (republicano).

“El Presidente nos dijo en Los Álamos (en su visita a la Región del Biobío, tras el asesinato de los carabineros), a los pocos legisladores que estábamos ahí, que quería que legisláramos rápido. Pero el gobierno ha retrasado este debate”, recordó el diputado Andrés Jouannet (Amarillos).

No obstante, en defensa del Presidente salió el diputado Gonzalo Winter (Frente Amplio), quien interpretó que las palabras del Mandatario apuntan en sentido contrario a lo que señala la oposición. “Está diciendo que hay que legislar rápido, pero eso no es excusa para hacerlo mal. Hay que hacerlo bien. Estamos haciendo leyes”, justificó.

Su par Marcos Ilabaca (PS) coincidió en que “hay que tener urgencia”, pero no se pueden aprobar “cosas tan importantes a matacaballo y en caliente”. “¿Ha visto la discusión? Llega a veces a ser ridícula. Entonces cuando se está legislando a las 11 de la noche, se está votando cualquier cuestión”, agregó.

“El llamado del Presidente a legislar con urgencia, pero no en caliente, nos pide hacer nuestro trabajo conscientes de la tremenda responsabilidad que tiene legislar, entendiendo que si bien hoy la crisis de seguridad que vive el país demanda que nos enfoquemos de manera urgente en trabajar normas que permitan enfrentarla, ello no quiere decir que el hacerlo sin posibilidad de discutir el articulado, sin intervenciones para construir acuerdos... Sacar adelante esta ley en un día como se pretendía hacer el lunes, era una absoluta irresponsabilidad. Si este proyecto lleva un año de tramitación es porque es un proyecto complejo que considera más de 200 indicaciones y que debe ser discutido con seriedad, tal como lo he planteado toda esta semana”, dijo la diputada Maite Orsini (FA).

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