Delitos violentos en la comuna de Santiago: las ocho bandas que Carabineros detectó en la zona

En la comuna de Santiago, el sector del casco histórico es una de las áreas que concentran la atención de las policías. Esto, porque se trata de un lugar que cuenta con un elevado número de población flotante (cerca de dos millones de personas diarias).

Ante este escenario, personal de Carabineros elaboró un plan preventivo que permitió identificar y sacar de circulación a ocho bandas delictuales que operaban en esta zona. Estas agrupaciones utilizaban diferentes métodos para cometer ilícitos.

El comandante de Carabineros Gonzalo Araya, jefe de la Sección de Investigación Policial (SIP) de la Zona Metropolitana, explicó que "a contar del 19 de marzo tenemos un plan preventivo, en que se reforzaron los servicios en las arterias que tenían mayor complejidad operativa, por la gran cantidad de personas que transita por el lugar".

El oficial agregó que "lo primero fue aplicar una estrategia del control de las incivilidades, como el comercio ambulante, algo que con el copamiento del personal logramos controlar. Eso no es un delito ni falta, pero atrae otros delitos, como las riñas".

Respecto del alza de delitos en otros sectores de la comuna, Araya indicó que "la idea es replicar este tipo de servicio preventivo en otros sectores" y que en el marco de esta estrategia es que se han realizado las rondas masivas, que tienen como objetivo detener a delincuentes en un determinado número de días.

Esta agrupación estaba compuesta por tres imputados mayores de edad, de nacionalidad peruana, que se dedicaban a efectuar robos con intimidación y violencia durante las noches en el sector de Mapocho y Paseo Puente. Actualmente se hallan en prisión preventiva y el Ministerio Público se encuentra recabando los antecedentes necesarios para presentar la acusación.

Se trata de dos mujeres, de 50 y 51 años, quienes fueron detenidas por hurtos reiterados a clientes de tiendas comerciales en el centro de Santiago, las que aprovechaban las aglomeraciones y descuidos de las clientas. Según estableció Carabineros, utilizaban el método del torero, es decir, metían las manos en las carteras de mujeres mayores de edad para robarles sus pertenencias.

Son dos imputados hombres y una mujer, de nacionalidad rumana, quienes se dedicaban a la clonación de tarjetas bancarias, capturando la información mediante microcámaras adosadas al techo de los cajeros automáticos. Se logró la recuperación de skimmer y elementos distractores para la captura de información bancaria, además de $ 8 millones en efectivo y tarjetas en blanco con sus claves.

Compuesta por cuatro hombres, el líder era un sujeto apodado "El Búho". Se dedicaban al robo por sorpresa y violencia durante los fines de semana, en los paraderos de Alameda con Dr. Corvalán. Su blanco eran las personas que toman locomoción colectiva. Tras su detención, se estableció que estarían involucrados en más de seis atracos. Además, se jactaban por las redes sociales de sus delitos.

Esta agrupación estaba compuesta por cinco sujetos mayores de edad, siendo el líder un hombre apodado "El Chureja". Según estableció Carabineros, se dedicaban al robo por sorpresa y violencia durante los fines de semana, en los paraderos de Alameda con Irene Morales, a personas que toman locomoción colectiva. Fueron detenidos y actualmente están en prisión preventiva.

Dicho grupo estaba formado por dos mujeres, de 40 y 45 años, las que fueron detenidas por hurtos reiterados a clientes de tiendas comerciales, en el centro de Santiago. Las imputadas aprovechaban las aglomeraciones y descuidos de las víctimas y, utilizando el método del torero, con un pañuelo adosado a la cartera, hurtaban especies. Su "preferencia" eran las mujeres que no estaban atentas a sus pertenencias.

Se detectó y detuvo a una mujer de 40 años, que se dedicaba a robar grandes sumas de dinero a clientes al interior de los bancos del centro de Santiago. ¿Cómo lo hacía? Las víctimas que realizaban las filas para depositar entregaban su dinero a la mujer, quien vestía similar a ejecutiva bancaria, y esta les ofrecía depositar más rápido y seguro. Los clientes entregaban su dinero y la mujer huía del lugar.

Esta banda estaba compuesta por dos hombres y dos mujeres, quienes hurtaban desde tiendas comerciales diversos productos en bolsas biónicas. Cuando esta fallaba y sonaba la alarma, uno de los delincuentes se identificaba de palabra con el guardia como un carabinero de civil de la Primera Comisaría, diciéndole que él los detendría. Esto nunca ocurría, ya que era la estrategia con que arrancaban.