La Iglesia Católica es uno de los sostenedores más grandes del país, con más de 800 establecimientos. Y en el debate sobre la educación sexual en los colegios son una voz a considerar. Además, la Iglesia ha sido apuntada como responsable de oponerse a tener una mayor educación sexual en el país. Pero el obispo de Temuco y presidente del área de educación de la Conferencia Episcopal, Héctor Vargas, asegura que esa es una apreciación errada.

¿Qué le parece que el Mineduc esté proponiendo iniciar la educación sexual en los colegios a partir de kínder?

La verdad es que en un buen porcentaje de colegios de Iglesia la educación sexual ya parte desde kínder y hay planes y programas muy buenos al respecto, que se vienen utilizando con bastante éxito. Muchos colegios siguen el Teen Star de la U. Católica, que es un programa de sexualidad muy bien estudiado, que requiere primero la capacitación de todos los profesores, los orientadores y los profesores jefe. Se va llevando por etapas desde la infancia hasta la adolescencia, pasando por todos los temas, desarrollando conductas, profundizando el tema del amor. En realidad es muy bueno, además que tiene una metodología entretenida. La educación sexual parte desde el seno de la madre.

¿Debe ampliarse a más colegios?

Teóricamente, todos deberían tener un programa de educación sexual. Y ese no es el único programa de educación en el amor y la afectividad que viene de fuentes católicas. Hay varios otros programas también. El Ministerio de Educación los conoce todos desde hace algunos años, porque en este momento el ministerio no tiene un programa de educación sexual, pero sí ha dado a conocer una lista de programas que le parece que son interesantes y hay varios que son de Iglesia y que abordan la educación sexual desde un punto de vista integral.

¿La iglesia ha impedido que haya mayor educación sexual?

Qué duda cabe que hay una opinión sumamente errada al respecto. Lo que pasa es que la Iglesia entiende por educación sexual una educación integral, que abarca a toda la persona. Cuando a la sexualidad se la reduce solamente a la genitalidad, evidentemente que no compartimos ese concepto. La genitalidad también forma parte y debe ser educada, evidentemente. pero la sexualidad abarca todas las dimensiones de la persona, el ser hombre o ser mujer tiene que ver con todo lo que uno es como persona, y eso tiene que ser encauzado, educado con actitudes, con valores, para que los chiquillos puedan amar la sexualidad, valorizarla y vivirla en forma responsable.

¿Cree que el uso del condón debe ser más promovido, a propósito del aumento de casos de sida?

La preocupación nuestra es que a la hora de educar la sexualidad de repente se entiende solo por enseñarles a los adolescentes a usar preservativo. Y la verdad es que alguien puede efectivamente usar correctamente el preservativo y sin embargo no estar educado sexualmente. Porque la sexualidad tiene que ver con una vida de pareja, con relaciones interpersonales, con la reciprocidad de los sexos, con aprender a valorizar a la mujer, al varón, conocer a fondo qué significa eso. Y todo esto se obvia y simplemente se reduce a si usas el preservativo bien o mal. Evidentemente que no podemos estar de acuerdo con eso. Nosotros vemos que la campaña para el uso de los preservativos viene de hace muchos años, esto comenzó hace cerca de 20 años atrás y se ha incentivado de muchas maneras, se ha repartido en las playas, se hace propaganda. Una ministra de Salud hace unos tres años atrás fue a los colegios y ella personalmente se encargó de enseñarles a los niños de octavo básico a usar el condón. Eso lo vimos todos en las noticias. Las políticas sobre sexualidad a la hora de educar tienen que ver con el Ministerio de Educación. Sin embargo, han tenido que ver solo con el Ministerio de Salud. Eso restringe absolutamente el tema, porque se lo toma solamente desde el punto de vista de la Salud, por lo tanto de la biología, de la fisiología, pero no desde los principios, los valores y el significado que tiene la sexualidad en la vida de una persona. En cambio el condón ha sido promovido fuertemente y, sin embargo, ahora nos encontramos con que los problemas de contagio y enfermedades aumentan, porque al final termina promoviendo la promiscuidad. Algunos piensan que con eso se solucionan los temas y chipe libre para todo lo demás, pero no se trata de decirles a los adolescentes usa condón y haz con tu sexualidad lo que quieras. No es así la cosa. El tema de fondo no es si uso o no uso condón, es un tema mucho más amplio, que deberíamos reflexionar como sociedad.

¿Debiera haber dispensadores de condones en los colegios?

Si los adolescentes están bien educados, no es que tengan la urgencia de tener ese tipo de cosas a disposición a cada rato. Yo creo que los adolescentes también necesitan respeto, la sexualidad hay que educarla para vivirla como corresponde, donde corresponde, en forma responsable y no como un deporte o simplemente con una mentalidad consumista. Lamentablemente, a la sexualidad se la ha despojado de su belleza, de su significado en la vida de la persona. A la sexualidad se la ha reducido a un objeto de consumo y ahí están las consecuencias.