BCG: empresas que lideran en impacto social obtienen mayores beneficios financieros
Según la consultora, las buenas prácticas tienen un efecto positivo en el valor de mercado, que puede subir hasta 19%, y los márgenes de las firmas.
Desde hace algún tiempo, el concepto de Responsabilidad Social Empresarial se ha convertido en un tema relevante para las compañías como una manera de mejorar su imagen frente a la sociedad. Sin embargo, hasta ahora no se había medido el impacto que las acciones de este tipo pueden tener sobre las métricas financieras de las firmas.
Hace casi dos años, The Boston Consulting Group decidió realizar un estudio analítico para evaluar la correlación entre lo que la consultora llama el Impacto Social Total (TSI, su sigla en inglés) -el beneficio total para la sociedad de los productos, servicios, operaciones, capacidades y actividades de una organización- y los múltiplos de valorización y los márgenes de una entidad.
"Esta es la primera vez que se logra medir y evaluar el impacto positivo de las acciones socialmente responsables en la valuación de mercado y los márgenes y cuáles son las palancas para poder hacerlo", aseguró Jorge Becerra, socio senior y director gerente de BCG.
Tras analizar información de 300 compañías de 4 industrias y llevar a cabo más de 200 entrevistas, BCG llegó a la conclusión que el TSI, que es una colección de mediciones de las áreas económica, social y medioambiental, tiene un impacto positivo en estos indicadores.
Resultados
El análisis reveló que, con todo lo demás igual, el múltiplo de valuación -es decir, la cifra que permite estimar el valor para el mercado de una firma en función de su rentabilidad- de un banco puede ser hasta 3% más alto que la mediana de sus pares, premio que aumenta a 11% en el rubro de consumo, a 12% para las farmacéuticas y a 19% para las empresas de petróleo y gas.
Asimismo, el estudio mostró que los márgenes de ingreso neto de un banco enfocado en promover la inclusión financiera superaban en 0,5 punto porcentual a los de sus rivales.
En la industria energética, las firmas de mejor desempeño en mantener planes robustos de salud ocupacional y seguridad pueden tener márgenes de Ebitda de 3,4 puntos más que sus competidores, mientras que las compañías de consumo que adoptan sistemas de abastecimiento socialmente responsables registran márgenes brutos que exceden en 4,8 puntos los de la mediana.
Los mayores márgenes frente a sus pares se dan en las farmacéuticas preocupadas de expandir el acceso a los remedios, que evidenciaron una brecha de 8,2 puntos porcentuales.
Ejemplos
El reporte identificó un ejemplo a nivel mundial para cada industria. En el sector de consumo, Pepsico ha fortalecido su cadena de suministro al ayudar a los granjeros a producir más y ganar más haciéndolo y, al mismo tiempo, ha respetado los derechos humanos y ha protegido el medio ambiente.
En el caso de las farmacéuticas, BCG destacó a Merck, que en 2010 lanzó un programa que busca hacer que sus productos sean accesibles para el 80% de la población global.
En el rubro energético, la francesa Total fue reconocida por haber cambiado su estrategia para reducir el crudo y elevar el gas natural en su portafolio y salir del negocio del carbón.
Por su parte, la firma de servicios financieros PNC fue señalada por haber integrado factores medioambientales al análisis de riesgo crediticio y por reducir su exposición al carbón.
Si bien el informe no incluyó a empresas chilenas, Becerra subrayó que hay tres sectores con fortalezas estructurales: minería, retail y banca. En el primer ámbito, el experto enfatizó que "las compañías chilenas, desde Codelco hasta Amsa, se han esforzado mucho en la relación con sus comunidades".
En el área de retail, destacó la calidad de la oferta, las iniciativas de sustentabilidad como las bolsas ecológicas y la inclusión de proveedores y productores locales.
En la banca, el socio senior mencionó a Bci, ya que "tiene una tremenda impronta del grupo familiar controlante, con muy claros valores en muchas dimensiones críticas de desarrollo de las personas y desarrollo de una cultura responsable y de ética de trabajo".
Con todo, el representante de BCG advirtió que en el país "falta la lógica de este relato común y coherente y una mayor efectividad en la gestión del portafolio de iniciativas. En muchos casos, es una muestra agregada multivalente y no muy consistente", afirmó.
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