Chile Vamos pone tres objetivos para La Araucanía

"Toda la política del gobierno del Presidente Sebastián Piñera tiene que apuntar en avanzar en la paz social en La Araucanía". Este es el enfoque central que el senador RN Alberto Espina proyecta para la IX Región.

El parlamentario, quien no repostuló a su cargo y formó parte del equipo político del nuevo Mandatario, sostiene que para lograr la "paz social" es necesario que se cumplan tres objetivos.

"Primero, crear un programa completo que permita el progreso económico y social de la región, que es muy pobre. En segundo lugar, tener una acción muy firme y decidida en contra de los grupos violentistas y terroristas. Y tercero, sacar adelante todas las medidas que signifiquen avanzar en reconocimiento, tradición y cultura de los pueblos originarios", señala.

Cuando asuma Piñera, en marzo, el mandatario probablemente se encuentre con una región que aún está analizando lo vivido en enero, con la visita del Papa Francisco a Temuco y su discurso respecto de la tensión que allí se vive. Además, deberá hacerse cargo de una región con el índice de pobreza más alto del país (23,6%), según la Casen 2015.

En la elección, La Araucanía fue una de las regiones que más votos le dio a Piñera. Obtuvo 251.845 mil sufragios (62,40%), es decir 100 mil más que Alejandro Guillier.

Pero no es lo único, ya que la IX Región vendrá saliendo de un año convulsionado por una serie de situaciones en relación a la violencia rural que la ha afectado. En marzo, 19 camiones fueron quemados por desconocidos en Lautaro, convirtiéndose en el ataque más violento en 20 años. Meses después, en Temuco 18 vehículos de carga también fueron destruidos. Septiembre estuvo marcado por la Operación Huracán, donde se detuvo a Héctor Llaitul y otros siete comuneros, supuestamente ligados a asociaciones ilícitas, mientras cuatro imputados por la quema de un templo evangélico realizaron una huelga de hambre de más de 100 días, tras la cual el gobierno desistió de la imputación por delito terrorista. Y finalmente, en octubre, se conoció el fallo absolutorio en el caso Luchsinger Mackay.

Para el senador electo y también parte del comando de Piñera, Felipe Kast, "devolverle la paz a la región es fundamental, no solo porque es un deber del Estado, sino que, además, para poder combatir la pobreza y generar oportunidades. Sin paz es imposible atraer la inversión, generar empleos y combatir la pobreza de la región".

La incógnita es el futuro del Plan Araucanía, una de las principales iniciativas del gobierno de Michelle Bachelet para la zona. El proyecto, ingresado en octubre al Congreso, busca la reparación a víctimas de la violencia y el reconocimiento constitucional a indígenas, entre otras medidas. Según lo que se consigna en el programa del presidente electo, hay varios puntos de aquella iniciativa contemplados en la nueva administración, como la reparación a las víctimas del terrorismo y el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.

La agenda de Piñera para la región también busca efectuar una regularización masiva de títulos de propiedad de las tierras indígenas y modificar la Ley Indígena en el uso de las tierras.

En el mundo mapuche apuestan a avanzar en sus demandas históricas. "Aspiramos a la construcción de un estado plurinacional e intercultural, en el cual se rescate la sabiduría y los sueños de todos los habitantes", indicó Juan Paillafil, alcalde de Puerto Saavedra.

Aucán Huilcamán, werken del Consejo de Todas las Tierras, dijo que "las organizaciones mapuche en los próximos días nos reuniremos y haremos llegar una propuesta de trabajo (a Piñera), porque quisiéramos construir una paz firme y duradera".

Juan Carlos Reinao, presidente de la Asociación de Municipios con Alcalde Mapuche, dijo que "la verdad, poco se conoce de las propuestas hacia los pueblos originarios de su parte, por lo que no hay expectativas. Sí me puedo referir a lo que fue su primer gobierno, que se caracterizó por el uso excesivo de la fuerza policial".