Coca Cola cambió 59 fórmulas por nueva ley de etiquetado

La multinacional, además, redujo el azúcar en 29 productos y planea usar la experiencia de "los sellos" para Perú y Bolivia.




Nosotros cambiamos en los últimos 24 meses 59 fórmulas y a 29 les bajamos el contenido de azúcar", dice el gerente general de Coca Cola para Chile, Dino Troni. El también encargado de Perú y Bolivia para la multinacional de bebidas agrega que la firma debió reajustar su receta con nuevos ingredientes para mantener el sabor de sus 68 productos, a fin de ajustarse a la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos, que comenzó a regir el 26 de julio pasado.

"Hemos hecho un tremendo esfuerzo, los laboratorios están a todo vapor desde hace más de dos años ajustando nuestros productos para que estén dentro de las configuraciones y no aparecer con los discos Pare, y tenemos mucho que hacer todavía", explica el ejecutivo, en una sala de reuniones de la Torre Oriente del Hotel Marriot. Rodeado de productos de la firma -que maneja 15 marcas y 296 presentaciones-, sostiene que a pesar de las dificultades y polémicas por la implementación de la norma, la experiencia será útil para otros mercados. "Perú y Bolivia están en una senda de ley de etiquetado al igual que Chile, y estamos replicando lo que hicimos aquí", sostiene.

La normativa obliga a los productores a rotular los envases con un símbolo negro semejante al de un disco Pare, que alerta con letras blancas si los alimentos contienen niveles altos de azúcares, sodio, grasas saturadas y calorías.  Según los argumentos del Ministerio de Salud, la medida ayudará a atacar los altos índices de sobrepeso y obesidad, que afectan al 64,5% de la población chilena.

Algunas de las nuevas fórmulas son locales y otras provienen de las operaciones de la compañía en mercados donde opera. "Una de las fortalezas del sistema Coca Cola son sus laboratorios a nivel planetario y los ingredientes a los que tenemos acceso para poder hacer las mejores bebidas del mundo", dice

Se vende más zero

Pese a que aún no está claro el efecto que "los sellos" podrían tener en los hábitos del consumidor, el objetivo de la multinacional fue aprovechar la creciente demanda por productos sin azúcar añadida o con baja concentración de ésta para empalmar la vigencia de la ley. "En el primer trimestre, apenas se acabaron las etiquetas viejas empezamos a usar las nuevas, con los sellos. Así, ya en febrero comenzaron a salir algunas partidas con los sellos, lo que nos permitió llegar al 100% el 26  de julio con la ley", relata Troni.

En todo caso, el ejecutivo reconoce que desde hace ya dos años, los consumidores locales venían profundizando su apuesta por los sin azúcar. "Una tendencia que ya estaba establecida en la sociedad, pero recién a fin de año se podría hacer una verdadera evaluación", asegura.

Lo que sí ya están experimentando es la menor compra de azúcar. "Nos hemos puesto la responsabilidad de ayudar a nuestros consumidores a administrar su consumo calórico. Es la forma de hacerse parte de la solución y no del problema de la obesidad en nuestros países", sostiene el ejecutivo.

De hecho, según estadísticas de la compañía, Chile es el país latinoamericano donde más se consumen las bebidas zero o bajas calorías: casi al nivel de las operaciones europeas. "Hoy, más de un cuarto de nuestras ventas son  baja y cero calorías", agrega Troni.

Macroembotelladora

Consultado por los rumores de unificación de embotelladoras en Chile, Troni sostiene que se trata de un tema que no ha sido analizado por la compañía. El año pasado, tanto en Estados Unidos como en Europa, Coca Cola agrupó a las embotelladoras independientes en macroenvasadoras, y en Perú, la mexicana Femsa absorbió a la operadora local Lindley.

Por ello, el mercado bursátil no ha dejado de especular con un posible negocio. En la Bolsa se da por seguro un eventual acercamiento de Femsa a Embonor -ligada al clan Vicuña y que opera parte del negocio de Coca Cola en el extremo norte de Chile y su totalidad en Bolivia- o Andina, firma ligada a los Said y que opera en el resto del país, además de Argentina, Paraguay y algunas zonas de Brasil.

El llamado sistema Coca Cola funciona así: la firma es dueña de las marcas, elabora y distribuye los concentrados y se encarga del marketing, mientras que sus socios en el mundo embotellan, empaquetan y distribuyen el producto. En el caso de Chile,  el 91% de la producción es de origen nacional. 

Por eso, cuando Troni habla de Chile, se refiere también a la huella económica de la marca comercial más famosa del mundo en el país. Citando cifras de un estudio que encargaron a PWC indica que el sistema genera en forma directa o indirecta más de 100 mil empleos y que si se suman los insumos, ventas, impuestos e inversiones, se podría decir que Coca Cola  "mueve" US$ 2.400 millones en este país. "Esta cifra es casi el 1% del PIB, de los cuales más de US$ 500 millones son impuestos recaudados por el sistema, ya sea por IVA, impuesto específico, etc.", comenta, y adelanta que están preparando un libro con eso y las historias acumuladas por la firma en el país. "Son 75 años y estamos orgullos de ese hito", dice.

Chile fue el tercer país de América Latina donde desembarcó la bebida más famosa de la tierra. Partieron en Perú y Ecuador. La Viña Concha y Toro fue la primera embotelladora.

Invierno largo

Con crecimientos entre 10% y 20% en el segmento zero o bajas calorías y entre 0% y 2% en el de las bebidas regulares cerrará este año Coca Cola Chile, estima Troni. Al año, la firma vende US$ 1.800, según cifras de la consultora Nielsen.

Por ello, la desaceleración de la economía no ha pegado tan fuerte en las ventas. "Sumando y restando, es un año más lento que el año pasado. Pero tenemos la esperanza de terminar en línea con nuestras expectativas ahora que el clima se está afirmando un poco…", sostiene, y explica que cuando hay inviernos más fríos o lluviosos como el actual en la zona central, la gente compra menos bebidas.

La firma está ampliando su menú de productos. Coca Cola quiere protagonizar la mayor parte de las ocasiones de consumo de bebestibles posible y por eso pronto añadirá a su portfolio AdeS, la bebida de soya que acaba de ser adquirida por US$ 575 millones. A Chile también llegarán Smartwater, una agua mineralizada premium; Zico, una bebida de agua de coco; el té frío Gold Peak Tea y la proteica Core Power.

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