Corte ratifica condena contra Lula y pone en jaque su candidatura
Tribunal de Porto Alegre respaldó decisión del juez Moro por corrupción y elevó la pena a 12 años de cárcel.
De nada sirvió que Luiz Inácio Lula da Silva insistiera "tener la certeza de que es inocente". Con fama de dura, la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4), con sede en Porto Alegre, asestó un duro golpe al ex presidente brasileño, al ratificar de manera unánime una condena por corrupción en su contra e incluso le añadiera años a su sentencia de prisión, en una decisión que podría evitar que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) se postule como candidato a las elecciones presidenciales de octubre, a pesar de encabezar las encuestas.
Los magistrados Joao Pedro Gebran Neto, Leandro Paulsen y Victor Luiz do Santos respaldaron ampliamente las conclusiones del juez Sérgio Moro, autor de la sentencia de primera instancia por corrupción y lavado de dinero. Sin embargo, los jueces decidieron elevar su pena a 12 años y un mes de prisión, frente a los nueve años y medio a que había sido condenado en primera instancia.
La causa giró entorno a una propiedad de 216 metros cuadrados en Guarujá, el balneario del estado de San Pablo, que -según la acusación- fue donada por el gigante de la construcción OAS al ex mandatario, a cambio de importantes licitaciones de Petrobras.
La defensa del ex mandatario pidió la nulidad por "falta de pruebas" del proceso contra su defendido. "Lo que se tiene es un proceso nulo que generó una sentencia nula y un proceso en el que no fue hecha la prueba de la culpa, pero sí la prueba de inocencia, que pido que sea reconocida", afirmó el abogado Cristiano Zanin Martins.
Sin embargo, Gebran Neto, instructor del caso, aseguró que "hay prueba, encima de lo razonable, de que Lula fue uno de los articuladores, si no el principal, de la trama de corrupción" que operó en la estatal Petrobras. "Considero que la culpabilidad en el caso es extremadamente alta", dijo. "Se trata de un ex presidente y una red de corrupción que ha prevalecido durante años", agregó.
Los otros dos jueces estuvieron de acuerdo en todos los cargos. "Nadie puede ser absuelto solo por ser poderoso", señaló Leandro Paulen, en referencia a la enorme cantidad de seguidores con los que cuenta Lula. "La evidencia ha resistido las críticas, confrontaciones y contrapuntos", dijo el juez Victor dos Santos. "La acusación está comprobada".
De acuerdo a la ley de iniciativa popular llamada Ficha Limpia, el líder del PT puede ser impedido de disputar la presidencia en las elecciones fijadas para el 7 de octubre próximo. No obstante, el político aún tiene alternativas de apelación.
De hecho, el líder petista puede apelar la sentencia en los próximos meses en instancias superiores y hasta en el Supremo Tribunal de Justicia (ver nota secundaria). La ratificación en segunda instancia de la condena no significa que Lula irá preso. De acuerdo con la decisión adoptada por el TRF4, Lula podría ir a prisión sólo después de agotar todos los recursos disponibles de la defensa en la corte.
Además, puede inscribir su candidatura en cuanto apele la condena en el Superior Tribunal de Justicia, el Supremo Tribunal Federal y también en la Justicia Electoral.
A pesar de los incontables problemas legales -Lula enfrenta cargos en otros seis casos-, el ex presidente de 72 años de edad encabeza las encuestas de preferencia rumbo a los comicios de octubre. Quizá por ello, pese al revés, el ícono mundial de la izquierda no perdió su espíritu aguerrido, demostrado en su etapa de dirigente metalúrgico en tiempos de dictadura en los años 70.
"Es una sentencia política, no cometí delitos", dijo el ex jefe de Estado. "Que se preparen porque vamos a volver y vamos a transformar este país", afirmó Lula, mientras seguía el juicio en la sede del Sindicato Metalúrgico en Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde en los 70 dirigió las grandes huelgas contra la dictadura militar (1964-1985).
La dirección del PT se reunirá este jueves en la capital económica y financiera del país para proclamar su apoyo a una candidatura de Lula. "No vamos a aceptar pasivamente que le falten el respeto nuevamente a la democracia (en alusión a la destitución en 2016 de Dilma Rousseff) y a la voluntad de la mayoría. Vamos a luchar en defensa de la democracia en todas las instancias, en la Justicia y principalmente en las calles", advirtió el PT al dejar claro que no renunciará a la posibilidad de postular a su líder.
Con todo, diversos analistas consideran como "histórico" el juicio, ya que pese a las opciones de apelación de Lula, todo indica que lo de Porto Alegre fue un jaque a la reina antes del jaque mate definitivo.
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