Crítica de cine: Competencia desleal
De todas las películas de Ettore Scola, Un día muy particular (1977) es la que ha aguantado mejor la cachetada implacable del paso del tiempo. Se trató de una obra contenida, sin nada de comedia a la italiana (género donde se inició como guionista Scola) y cuya historia de un homosexual y una dueña de casa en tiempos del fascismo fue estelarizada por Marcello Mastroianni y Sofía Loren. Scola es actualmente un dinosaurio amoroso y tierno que envejeció mal, pero al que siempre se le escapó el ingenio para los diálogos frescos del pueblo romano. Competencia desleal es su primer estreno en Chile desde los tiempos de La cena (1998) y es saludable constatar que acá hay bastante de Un día muy particular. La película también transcurre durante el gobierno de Mussolini y avanza en torno a dos sastres, el católico Melchiori (Abatantuono) y el judío Leone (Castellito), quienes son vecinos y, lógico, siempre pelean por el mejor cliente. La película sufre un cambio de tono y ritmo cuando la persecución antisemita arrecia por orden del Duce. Es ahí donde Competencia desleal entra en la noche del drama, tan cercano a Un día muy particular. Por suerte, Scola replicó con habilidad parte de aquel clima en esta obra.
Director: Ettore Scola
Con: Sergio Castellito, Diego Abatantuono, Gérard Depardieu.
Duración: 110 minutos.
Género: Drama.
Producción: Italia, 2001.
(*) Estreno sólo en Cine Arte Tobalaba.
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