Crítica de cine: Cuando todo cambia




Helen Hunt, ganadora del Oscar por su rol en Mejor imposible (1997) le dijo a fines de los 90 a la escritora Elinor Lipman que dejara la novela Then she found me en sus manos. Y aunque pasó harto tiempo, Hunt cumplió al dirigir, coescribir y protagonizar Cuando todo cambia. La cinta sigue los pasos de April  (Hunt), profesora básica que se ha casado con un tipo inmaduro que decide dejarla a poco andar (Matthew Broderick).

Paralelamente, lidia con su condición de hija adoptada y con el hecho de que tiene 39 años y debe tomar una decisión respecto de la maternidad. Por si le faltaran problemas, se le aparece su madre biológica (Bette Midler), al tiempo que un apoderado del colegio en que trabaja (Colin Firth) se convierte en un bálsamo para una vida que la supera. La película pudo tener el timing de una sitcom o el trazo grueso de una telenovela cebolla, pero es otra cosa: se toma su tiempo y le da la opción a los personajes de ser más que un set de roles aprendidos. Sólo con eso ha hecho buena parte de la tarea. Súmese que la estrella/directora es más un valor agregado que un handicap y así es como la cinta le tiende un puente al respetable.

Director: Helen Hunt.
Con: Helen Hunt, Bette Midler, Colin Firth.
Duración: 100 minutos.
Género: Drama/ Romance.
Producción: EEUU, 2008.
Calificación: Todo espectador.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.