Cuál sería el "punto de inicio" de los incendios a iglesias en La Araucanía

Tras el desalojo el 2 de marzo del Seminario Mayor San Fidel, comuneros declararon que no descansarían hasta eliminar a la Iglesia del territorio mapuche.




El comienzo de la quema de iglesias habría comenzado justamente después de la declaración en contra de la institución religiosa por parte de comuneros mapuches el pasado 2 de marzo.

Ese día fue desalojado el Seminario Mayor San Fidel, perteneciente a la Diócesis de Villarrica, que en 2014 fue tomado por la comunidad mapuche de Trapilhue, que reclama propiedad sobre el predio. De esta forma, al otro día del ehcho el líder de esta toma Fidel Tranamil dijo enfático que "la Iglesia ha demostrado ser un miembro más del Estado y no vamos a descansar hasta expulsarla del territorio mapuche".

Esto marcó el punto de inflexión en los atentados a recintos religiosos. Hubo atentados incendiarios en el Santuario “San Sebastián Pircunche” (Padre Las Casas), la capilla “Santa Joaquina” (Padre Las Casas), también a la capilla “Padre Hurtado”, de Quepe.

A principios de abril, además, el templo evangélico de la Unión Cristiana, en Ercilla, también sufrió un atentado. Allí se hallaron panfletos con la leyenda: "Todas las iglesias serán quemadas". Posteriormente, a una sede social ubicada en Curaco, que pertenece al obispado de Temuco; y el último incendio ocurrido esta madrugada a una capilla católica en Cañete, Región del Biobío.

En el lugar se encontró un lienzo relativo a la causa mapuche con la consigna: "Obispo Stegmeier, cómplice de la represión del Estado, responsable de la violencia hacia la Iglesia. Libertad a los presos mapuches". Lo que nuevamente recuerda el desalojo del Seminario.

El obispo de Villarrica, Francisco Javier Stegmeier, ha señalado que los atentados son protagonizados por "un pequeño grupo violentista que no representa el sentir de los mapuches". Añadió que "creo que, al menos lo que han dicho algunos violentistas, es que asocian el tema de la Iglesia con el Estado chileno, y, como se ha escuchado en varias ocasiones, ellos quieren erradicar de La Araucanía la presencia del Estado chileno, de la Iglesia y la influencia de la fe cristiana entre los mapuches".

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