Cuenta pública I




Señor director:

En su cuenta pública, la Presidenta buscó incesantemente exhibir los logros de su gobierno, instalar una idea de éxito tras la gestión de la Nueva Mayoría y distanciarse del candidato Piñera. Si bien para ella y su equipo la suma puede ser positiva, se dejó de lado una oportunidad única de hacer eco de la realidad en Chile y un reconocimiento del mal momento de la coalición de centroizquierda. Sus palabras expresaron la disociación entre cifras, anuncios y retórica con la realidad de un país estancado económicamente, con profundos problemas de gestión en materias como salud y sin una política pública real de educación superior.

La pérdida se agudiza cuando ponemos atención al aspecto político. Mientras llamaba a la unión de las fuerzas legislativas, prometía acelerar proyectos de ley que podrían ser banderas de lucha de sus candidatos. Esto solo profundiza el fraccionamiento de la Nueva Mayoría, pues deja a los candidatos en la compleja situación de elegir entre apoyar un discurso de políticas con alto rechazo o desmarcarse del legado de la coalición.

En síntesis, la Presidenta buscó rellenar la distancia entre las expectativas generadas por su segunda llegada a La Moneda y los constantes problemas de manejo político, económico y de gestión de los últimos años, pero la diferencia entre una y otra es de tal magnitud que amenaza con socavar aún más el legado Bachelet.

Miguel Ángel Fernández

Académico Facultad de Gobierno UDD

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