¿Estereotipos en vías de extinción?
La metáfora de la muñeca inflable hoy ya no es aceptada por todos como una broma, como lo pudo haber sido hace 20 años.
"Hace 10 o 15 años nos habríamos quedado callados", asegura Alejandra Ramm, socióloga de la U. Diego Portales, sobre el regalo que el líder de la Asociación de Exportadores de Manufacturas (Asexma) le hizo al ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, con el mensaje "para estimular la economía".
El presente no fue recibido por todos con humor. Por el contrario, generó una ola de críticas y reacciones en redes sociales en Chile y el mundo. El tema fue trending topic, y medios foráneos, como la BBC, el Daily Mail o Fox, le dieron amplia cobertura al episodio.
¿Por qué el revuelo? Porque hoy un acto público, donde las mujeres sean denigradas o convertidas en objeto, es impensado, resume Juan Carlos Oyanedel, sociólogo de la U. Andrés Bello. "La integración social actual de la mujer, y la continua lucha por el reconocimiento de sus derechos hacen que un hecho como éste parezca fuera de contexto".
Ello, explica, se debe a los cambios demográficos de los últimos 20 años en la sociedad chilena, y sus correlatos en acceso a la educación y al mercado del trabajo por parte de las mujeres. "Lo mismo ocurrirá en un par de años con otros grupos sociales que adquirirán importancia creciente, como los migrantes", dice Oyanedel.
Según Alejandra Ramm, estos cambios se deben a una combinación de factores, desde la presión internacional de considerar el tema de género -que es muy importante- hasta la creación del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), "que ha logrado avances que se han amplificado con una ley que condena la violencia familiar".
Además, usar la metáfora de la muñeca inflable en tono de sarcasmo "es grave", resalta Francisco Aguayo, psicólogo y director de Masculinidades y Equidad de Género.
"El problema no es la broma misma, sino las implicancias que tiene en una sociedad que está comenzando a visibilizar la violencia sexual, no aporta. Refleja como las discriminaciones que ocurren en todo orden, son invisibilizadas", dice Aguayo.
La economía "ahora" es mujer
El episodio, sostiene Camila Mella, socióloga de la U. de Chile, refleja también una violencia simbólica que refuerza estereotipos que, a su vez, refuerzan desigualdades de género. "Nuevamente, es lo masculino que doblega a lo femenino, aunque es paradójico que por primera vez una disciplina masculinazada como la economía, ahora que anda 'mal' es mujer", señala Mella.
El regalo manifiesta y reafirma la membresía masculina del mercado del trabajo, señala Claudia Mora, socióloga experta en temas de género de la U. Andrés Bello.
"Una solidaridad grupal de hombres que excluye a las mujeres. Porque alguien que piense en el mercado del trabajo como femenino, no imaginaría un chiste de este tipo", indica Mora.
Si bien hay avances indesmentibles en Chile respecto de la situación de algunas mujeres en relación a décadas atrás, "continuamos viviendo en el contexto de una cultura patriarcal", resalta Irene Salvo, investigadora del Programa Interdisciplinario de Cuidados, Familia y Bienestar.
"Las transiciones y transformaciones de fondo demorarán muchas décadas y requerirán necesariamente de políticas, legislaciones, educación, etc. para ir permeando el terreno de las prácticas. Los cambios requieren que los varones no solo perciban algunas inequidades como la desigual distribución de tareas domésticas o brechas salariales, sino que se impliquen activamente en su transformación entendiendo cuál es el rol que tienen en su reproducción o su cambio", destaca Salvo.
Brecha de género
Hoy, la brecha entre hombres y mujeres en Chile es cuantificable, según un estudio del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la U. Católica (Ceel UC).
David Bravo, director del Ceel UC, indican que, no obstante al nacer y hasta los cinco años las diferencias entre niños y niñas favorecen levemente a las mujeres, a partir de los 10 años con el Simce se produce una brecha en matemática, que comienza a crecer y no se detiene. Diferencia en favor de los hombres que se aprecia en la PSU, en el mercado laboral y es aún mayor cuando se consideran las pensiones.
Es un fenómeno acumulativo. Una escasa participación laboral incide en bajas pensiones, etc. Lo que se traduce en la necesidad de enfrentar esas brechas, dice Bravo. "Y en relación con lo ocurrido con el regalo, hay un entorno que fortalece los estereotipos que sólo apunta a consolidar una situación de desigualdad".
También, explica Aguayo, hoy existe un mayor control social contra acciones machistas y sexistas, entre otras razones, por la existencia de las redes sociales.
Se trata de un fenómeno positivo, dice Aguayo, porque revela que hay mayor conciencia sobre temas de género. "Eso producto del trabajo de grupos feministas, de movimiento de mujeres y de jóvenes, que son más conscientes del tema".
Importancia que se aprecia, por ejemplo, en que hoy existen muchos movimientos sociales en contra de la discriminación y muchos colectivos feministas en universidades. "Todo eso va influyendo", resalta Ramm.
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