Gobierno ingresará proyecto de nueva Constitución a principios de octubre
La idea, dicen en el gobierno, es instalar el debate constitucional en la agenda de los candidatos con miras a las presidenciales y parlamentarias de noviembre. El nuevo texto constitucional está siendo revisado por el ministro del Interior, Mario Fernández, y sería ingresado al Senado en medio de la contienda presidencial
Bien avanzado se encuentra el texto del proyecto de nueva Constitución que la Presidenta Michelle Bachelet comprometió para el segundo semestre de este año y que busca convertirse en un hito de cierre de su gobierno que termina el 11 de marzo del próximo año.
Se trata del cierre del proceso constituyente que se inició en octubre de 2015 y con el que la Mandataria busca cumplir, en parte, lo que fue una de sus principales promesas de campaña.
Según varias fuentes consultadas, el texto está siendo revisado por el ministro del Interior, Mario Fernández, quien jugará un rol fundamental en la redacción del articulado, dada su experiencia como profesor de derecho constitucional y ministro integrante del Tribunal Constitucional (TC).
Según comentan en Palacio, el diseño del gobierno establece que la Presidenta Bachelet presente el texto de nueva Constitución los primeros días de octubre, es decir, cuando la campaña presidencial esté en pleno fulgor.
La idea, dicen en el gobierno, es marcar un hito e instalar en la agenda de los candidatos el debate constitucional. En La Moneda entienden que el texto constitucional quedará presentado sin mayores posibilidades de concretar un debate en el Congreso que permita su viabilidad.
Pese a ello, el gobierno ha ido cumpliendo su cronograma: en abril pasado se envió al Congreso el proyecto de reforma al capítulo XV de la Constitución, el que ingresó por la Cámara de Diputados y se encuentra en la comisión de Constitución sin que haya sido discutido siquiera.
Esta iniciativa busca establecer los mecanismos que viabilicen el cambio constitucional: pese a que el plan inicial del gobierno era habilitar al próximo Congreso, la citada reforma entregó el mandato a los actuales parlamentarios para convocar con el voto de dos tercios de los diputados y senadores en ejercicio, a una instancia denominada Convención Constituyente.
El escaso avance de esta iniciativa empujó a La Moneda a tomar una nueva definición: el proyecto de nueva Constitución será ingresado al Senado.
Ordenar el texto constitucional
Según varias fuentes consultadas, el texto constitucional que prepara el gobierno presentará un "articulado" más ordenado que la Constitución de 1980, vigente actualmente. El principal sello que tendrá el texto, según las mismas fuentes, será el de "garantizar derechos", los que serán la columna vertebral de la nueva Constitución de Bachelet.
Desde ese punto de vista, la propuesta tomará en cuenta los resultados de la etapa participativa del proceso constituyente iniciado por Bachelet: 90.804 consultas locales, 7.964 Encuentros Locales Autoconvocados (ELA), 656 cabildos provinciales y 491 cabildos regionales, en los que participaron un total de 217.438 personas.
Según el informe de sistematización de la etapa participativa del proceso, los principales derechos que deberá garantizar el texto son los derechos a la salud, educación, vivienda digna, igualdad ante la ley y respeto a la naturaleza/medioambiente.
Además el texto propondrá una simplificación y precisión de la relación administrativa entre los poderes del Estado y los órganos de administración y se actualizará la Carta Fundamental en relación con los tratados internacionales suscritos por Chile.
Tribunal Constitucional
A propósito del debate instalado sobre la necesidad de reformar o incluso "disolver" el Tribunal Constitucional (como planteó el candidato oficialista Alejandro Guillier), el texto se hará cargo del tema y se pondría el peso en modificar el sistema de nombramiento de sus integrantes, donde se especificarán y se aumentarán las exigencias para transformarse en uno de sus miembros. Otro cambio podría apuntar a establecer un número impar de ministros, eliminando el voto dirimente del presidente del tribunal, el que, de todas maneras, no fue decisivo en la reciente aprobación del aborto en tres causales, cuyo fallo se da a conocer hoy. Según las fuentes consultadas, se estudia además ordenar y precisar las actuales competencias del TC.
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