Guaguas que aprenden a comunicarse con gestos hablan antes del año
En el libro Gestos que Hablan , de la psicóloga Chamarrita Farkas no sólo da cuenta de la evidencia científica que por más de 20 años acreditan la importancia que tiene la comunicación no verbal en los primeros años de vida, sino del favorable impacto que tiene el sistema llamado Baby Signs en el desarrollo temprano del lenguaje verbal.
Las guaguas de ocho meses de la sala cuna Perucho, de Macul, avisan a sus tías que quieren leche o que les pasen una pelota. No hablan una sola palabra, como cualquiera de su edad, pero saben que abriendo y cerrando sus puños pueden pedir su mamadera o que poniendo sus manos en forma de una esfera, les pasarán un balón. A diferencia de otros, no tienen que llorar para que sus padres, nanas o tías traten de dilucidar qué les pasa: ellos saben que se comunican con los adultos y que ellos los entienden. ¿Cómo? Aprendieron los Baby Signs, o gestos de las guaguas, que la psicóloga Chamarrita Farkas trajo a Chile y cuyas bondades plasmó en el libro Gestos que Hablan, que lanzará esta semana en Expo Bebé.
DESDE LOS SIETE MESES
El sistema -creado hace 25 años, por las psicólogas de la U. de California, Linda Acredolo y Susan Goodwyn- consiste en enseñarle a la guagua una serie de gestos asociados a palabras.
¿Para qué? Diversos estudios en EE.UU. y también en Chile revelan que los niños que desarrollan este tipo de comunicación gestual, antes de aprender a verbalizar sus primeras palabras, no ven afectados negativamente el aprendizaje del lenguaje verbal, y aprenden a hablar antes. Las sicólogas norteamericanas que crearon el sistema comprobaron que los niños entienden el lenguaje y pueden aprender sus primeros gestos y expresarse desde los siete meses en adelante. Aunque su capacidad de reproducirlos dependerá de su desarrollo psicomotor. Es decir, a los siete meses les serán más sencillos los gestos faciales que los que involucran las manos.
EL VALOR DE LA COMUNICACIÓN
Según expone Chamarrita Farkas, "los bebés que aprenden Baby Signs incluso empiezan a hablar entre los 12 y 18 meses con un vocabulario más amplio", cuando, por lo general, al año de edad los niños apenas dicen un par de palabras. "Hemos visto que en el momento en que el bebé aprende la palabra deja de hacer el gesto porque es más rápido" y se da cuenta de que "puede hablar mientras juega y le permite una interacción a distancia", dice la experta en infancia primera. Farkas asevera que los niños sólo vuelven a usar las señas cuando quieren comunicar algo privado. Por ejemplo, si quieren ir al baño, pero hay muchas personas presentes, en vez de verbalizar lo que necesitan, hacen el gesto.
La maduración social anterior es otro de los múltiples beneficios de este lenguaje ya que les permite interactuar con otros. Como explica la autora del libro, "muchas veces el llanto y las pataletas ocurren por la frustración que sienten los niños por que saben qué quieren decir, pero no pueden hacerlo. Cuando los bebés ven que pueden comunicarse, que otros los entienden y atienden sus necesidades, se hacen más proactivos en sus relaciones con los demás", dice Farkas.
Incluso se ha demostrado que, cuando estos niños ya hablan, sus juegos son más sofisticados.
SEGUNDO IDIOMA
Siendo muy chicos, los gestos ayudan a que el niño aprenda un segundo idioma. El libro plantea que cuando el niño ya habla un poco, se le puede enseñar un nuevo idioma volviendo a recurrir a los gestos con los que aprendió a comunicarse en un principio.
En vez de pronunciar la palabra en el primer idioma, se debe hacer el gesto diciendo la palabra en otro idioma. Es decir, si abres y cierras las manos para decir "libro", sólo se cambiar la palabra por "book", lo que ha tenido muy buenos resultados en los jardines infantiles.
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