Informe de la PDI revela que mayoría de fraudes en empresas los realizan sus empleados

En octubre del año pasado, efectivos de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI detuvieron al contador de una conocida empresa dedicada al rubro de la construcción, en el sector oriente de Santiago. El empleado, por un período de cinco años, desvío fondos con operaciones falsas, apropiándose de más de $ 2.400 millones.

Este es uno de los 899 casos de fraudes que afectaron a firmas que durante 2016 investigó la Bridec Metropolitana. Un estudio realizado por esta unidad policial reveló que, de ese total de causas, en 469 ocasiones el delito fue realizado por un funcionario de la misma compañía, lo que equivale al 52% de estos casos.

Respecto del resto de las estafas que sufren las empresas, el 34% (304 indagatorias) fue realizado por clientes o supuestos interesados, quienes adquieren productos de manera fraudulenta utilizando para aquello documentación falsa. En el 14% restante (126 casos) las firmas resultaron afectadas por usurpación de funciones o mediante el uso de información privilegiada.

La PDI además elaboró un perfil de estos delincuentes, basado en el catastro de las indagatoria. En general, se trata de hombres mayores de 30 años con conocimientos en las áreas administrativa, financiera y contable.

El mismo análisis también da cuenta del detalle que suele dejarlos en evidencia: un estilo de vida que no tiene relación con la remuneración que deberían recibir.

Uno de los casos que podrían entrar en esta categoría fue el de Mauricio Peña, quien se desempeñaba como gerente de inversiones de dos fondos administrados por Aurus. Según la investigación del Ministerio Público, el imputado se habría apropiado de cerca de $ 700 millones de estos instrumentos bursátiles. Con este dinero habría financiado, en parte, su debilidad por los juegos de los casinos, según ha señalado la fiscalía.

El subprefecto José Gutiérrez, jefe de la Bridec Metropolitana, indica que para evitar este tipo de defraudación es clave que las empresas instauren mecanismos internos pensados especialmente para detectar este tipo de ilícitos. Entre estos, debería existir un monitoreo de los principales riesgos de fraude dentro del negocio.

El contralor

En la misma línea, Gutiérrez añadió que "lo que resulta fundamental para estos fines es que debiese existir una suerte de figura contralor, que puede estar dentro de la organización o bien puede ser una empresa externa". Agregó que "el propósito es que tenga directa comunicación con la gerencia general de la firma y que le permita participar e intervenir, de manera sorpresiva y aleatoria, en cada uno de los procesos de la organización e informar directamente a los controladores de la misma".

Según el subprefecto, esta figura también "produce, de una u otra forma, que las tentativas de comisión de un delito se inhiban".

En tanto, el director ejecutivo de la Fundación Ciudadano Seguro, David Rozowski, señaló que "hay bandas en Chile que están preocupadas, de forma permanente, de contactar a personas al interior de las compañías e, incluso, a veces estas organizaciones incorporan gente a las firmas, para posteriormente cometer ilícitos. De ahí pueden sacar información".

Renzo Corona, socio líder de Auditoría de PwC Chile, dijo que los fraudes en las empresas "son muy comunes no sólo en Chile. La persona que conoce mejor una organización son los propios empleados". Añadió que "una de las formas de tratar de reducir este riesgo, de detectarlo a tiempo, son las líneas de denuncia".