La clave del éxito tras Crystal Lagoons

La empresa invierte el 30% de sus ingresos en innovación y tiene un departamento de Investigación y Desarrollo.




Fernando Fischmann siempre quiso encontrar la forma de construir y mantener grandes volumenes de agua cristalina, color turquesa que recordaran el paisaje del Caribe.

Gracias a su formación como bioquímico, pudo desarrollar la tecnología para filtrar grandes cantidades de agua y gracias a ella construir la primera laguna artificial en San Alfonso del Mar en Algarrobo, que con su kilómetro de largo, ocho hectáreas y 250 millones de litros de agua, por años ostentó el récord de la piscina más grande del mundo.

Hoy Crystal Lagoons, la compañía creada por Fischmann cuenta con proyectos de este tipo en Chile, Colombia, Brasil,  EE.UU., Australia, Indonesia, Egipto y hasta en Dubai. En total, 13 oficinas en los cinco continentes y una carpeta de 300 proyectos urbanos, turísticos, públicos e industriales en todo el mundo, en distintas etapas de desarrollo en 60 países.

Innovación es el concepto clave detrás de este éxito. Javiera de la Cerda, directora de Innovación y Desarrollo de la empresa, señala que "la innovación está en el ADN de Crystal Lagoons", lo que les ha permitido "desarrollar constantemente nuevas tecnologías, más allá de lagunas cristalinas recreativas".

Fischmann en su rol de científico tiene un portafolio de más de 1.000 patentes a nivel global, dice De la Cerda.

La innovación constante es posible gracias a que "Crystal Lagoons invierte cerca del 30% de sus flujos en I+D", explica la directora. "Fernando Fischmann genera las nuevas ideas de aplicaciones y desarrollos, los cuales pasan a una evaluación de factibilidad técnico-económica, y luego a una unidad de desarrollo y patentamiento", explica.

Al interior de la compañía existe un departamento de Investigación y Desarrollo compuesto por un equipo multidisciplinario y dirigido por el propio Fischmann, para el desarrollo de nuevas tecnologías y sistemas innovadores.

"Estas innovaciones van generando nuevas patentes asociadas a la tecnología y es lo que nos ha permitido crecer desde sólo un proyecto siete años atrás a los más de 300 en 60 países que Crystal Lagoons tiene hoy. La empresa cuenta con un portafolio de más de 1.000 patentes alrededor del mundo", recalca la directora.

El trabajo con centros de estudio también es parte de la compañía. Durante un año, junto a la Universidad de California en Berkeley, capacitaron a emprendedores chilenos para aprender a exportar tecnología al resto del mundo. "Siempre estamos trabajando con diferentes entidades educacionales. Para humanizar y hacer más inclusiva la vida en las grandes ciudades, estamos trabajando en conjunto con el Global Organizations (GO)-Lab de la Sloan School of Management del Massachusetts Institute of Technology (MIT) para expandir las lagunas cristalinas públicas a todo el mundo.

"La historia nos ha demostrado que países que dependen mayormente de la exportación de materias primas para su economía, se quedan atrás en innovación. Sin embargo, es importante notar que el alto nivel de desarrollo de un país y la calidad de vida están muy ligadas a la innovación", dice De la Cerda.

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