Los rumores infundados de nuevos terremotos que complican a Nepal
La versión más inverosímil tiene que ver con que "la Luna se dio la vuelta", un megaterremoto en 72 horas más y falsas predicciones de la Nasa.
Los esfuerzos de recuperación en Katmandú se están viendo entorpecidos por una avalancha de rumores sobre nuevos terremotos, tras el sismo de magnitud 7,8 en la escala de Richter que el sábado sacudió el país dejando al menos 5 mil muertos. Los habitantes de la capital se niegan a dormir en las casas que todavía están en pie, saturando así los recursos de emergencia.
Uno de los mensajes más inverosímiles que están circulando sugiere que la Luna se dio la vuelta y que hay peligro de más terremotos, un rumor que provocó incluso una reacción por parte de las autoridades.
"Las informaciones de que la Luna se dio la vuelta son totalmente falsas. La Luna está donde se supone que debe estar", afirmó un comunicado oficial del gobierno local de Patna, en el noreste del país.
Para las autoridades nepalíes es legítimo tener algo de miedo ante posibles réplicas, pero el pánico generado por los rumores exagerados supone todo un reto. Cada noche, los parques públicos y los espacios abiertos se llenan de cientos de miles de personas que abandonan sus hogares por los rumores de un posible y aun más devastador terremoto. Muchos de ellos duermen bajo improvisadas tiendas de plástico o lona.
Algunos rumores corren por las redes sociales, pero la mayoría pasan de boca en boca, incluido uno que asegura que la NASA predice un sismo de magnitud 8 en la escala de Richter. "A todos los que difunden rumores sobre un terremoto de magnitud 9, NO ES DIVERTIDO, por favor, dejen de asustar a la gente", tuiteó un integrante de los servicios de ayuda de Katmandú.
"Escuché que el próximo (terremoto) sería de magnitud 15 en la escala de Richter", aseguró un joven estudiante. Uno de sus amigos aseguró que el siguiente temblor se produciría exactamente 72 horas después del primero.
Phool Kumari Rai, de 50 años, se toma muy en serio los rumores. "Sencillamente no quiero asumir ningún riesgo. Quizás no sea cierto, pero mi corazón pregunta: ¿Y si lo es? Así que he decidido pasar fuera toda la noche", explicó a dpa esta mujer desde su tienda de plástico, en la zona de Naxal.
Los rumores se están convirtiendo en un problema, apuntó el director del equipo de coordinación en caso de catástrofes del Ministerio de Interior, Ram Kumar Dahal. "Ahora todo el mundo duerme afuera", incluso aquellos cuyas casas todavía están en pie, "por el miedo a una réplica aún más fuerte".
"Imagine a la mayor parte de los cuatro millones de habitantes de Katmandú viviendo al aire libre. Por eso, no sabemos exactamente cuánta gente quedó realmente desplazada por el terremoto", explicó.
Además, el pánico está haciendo que la gente haga acopio de suministros que todavía no necesita, perjudicando así las tareas de ayuda en la actual emergencia.
"Esa gente, que tiene casas y comida, ahora quiere tiendas y agua. Los comercios no abren debido a esos rumores. La dependencia del gobierno de quienes todavía tienen sus propios recursos está creando un problema", afirma Dahal.
La demanda de los habitantes de la ciudad podría perjudicar a quienes realmente sufren escasez en poblaciones remotas afectadas por el terremoto. "La gente de la ciudad no son las verdaderas víctimas, excepto aquellos que perdieron a familiares o cuyas casas quedaron destruidas", asegura.
Este funcionario recibió peticiones de lonas incluso por parte de miembros del gobierno, "porque tienen miedo a dormir en sus lujosas casas". "Es todo por culpa de esos rumores", asegura.
"Nadie puede predecir el terremoto", advierte un anuncio de las autoridades emitido en la popular cadena de radio Kantipur FM. "Allá donde vas, la gente nos pregunta por el próximo terremoto, como si fueramos expertos", cuenta Naresh KC, un policía de la zona residencial de Baneshwor.
Incluso algunos medios de comunicación se han hecho eco de los rumores. "Un terremoto aún mayor está por llegar, según los científicos", tituló el domingo NepaliHeadlines.com. Como consecuencia, tres de sus redactores fueron detenidos, acusados de "difundir el miedo y el terror".
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