Medicina biorreguladora: La alternativa natural para enfrentar enfermedades respiratorias

Más allá de los medicamentos tradicionales que la industria farmacológica ofrece para hacer frente a las enfermedades respiratorias, que por estos días aumentan a causa de la alta circulación de virus, el mercado ofrece en la actualidad una serie de alternativas naturales provenientes de la homeopatía.

La medicina biorreguladora apunta justamente a la prevención de estos males, a través de la estimulación del organismo para fortalecer el sistema inmune; en especial el de los niños, que se ven afectados en mayor medida por agentes patógenos.

Así lo explica el doctor Cristóbal Carrasco, especialista en Medicina biológica-homotoxicologia y fundador del Centro Médico Integral VerSalud, quien asegura que "la medicina biorreguladora o medicina biológica, que también se le llama, se basa en el estímulo de la propia capacidad curativa de cada organismo. Se ocupan medicamentos generales en base a medicamentos homeopáticos, con el fin de que sea el propio organismo el que termina generando una acción para corregir cierta deficiencia, o patología, o dolencia".

Según el especialista, la también llamada medicina complementaria "está indicada para todos. Se puede ocupar desde recién nacidos, hasta adultos mayores; se puede ocupar en embarazadas, se puede ocupar en mamás amamantando, se puede ocupar en enfermedades agudas o infecciosas, como resfrío, neumonía, o también en enfermedades crónicas".

Una de las ventajas de esta corriente es que no produce efectos secundarios y puede utilizarse tanto como un tratamiento único como complementario a uno tradicional, dice Carrasco.

Y agrega que "los virus están a la orden del día, entonces los cuadros de resfrío, los cuadros de gripe -en los niños sobre todo- los cuadros de virus sincicial, son cuadros que son susceptibles a ser prevenidos". Para eso, explica, dentro de la medicina biorreguladora existen varios medicamentos como el Engystol de laboratorio Heel.

"Este medicamento estimula la función del sistema inmune a distinto nivel. Cuando una persona está haciendo un tratamiento preventivo con este tipo de medicamentos, igual se puede resfriar, igual puede tener una influenza o un niño igual puede tener un virus circulatorio sincicial. (Pero) habitualmente ese cuadro de infección respiratoria es menos dañino para el organismo. Hay una mejor evolución, los síntomas tienden a ser menores y las complicaciones también disminuyen, así como el número de infecciones posteriores", afirma.

Otro producto que se ha vuelto muy popular en los últimos años es el propóleo. En formato de cápsulas, dulces y spray, muchos consumen esta sustancia proveniente de las abejas para enfrentar el invierno y las infecciones respiratorias.

"Existen algunos estudios que demuestran que (el propóleo) tiene cierta eficacia para ayudar en los episodios de virus respiratorios", sostiene Carrasco. En la misma línea, la inmunóloga de la Clínica Alemana, Ana María Agar, precisa que incluso la miel en su estado natural "es un excelente elemento antiséptico y antibacteriano (...) también estimula la inmunidad".

La profesional especifica que "hay varios preparados farmacéuticos que tiene vitaminas y minerales y también recientemente se han incorporado al accionar terapéutico los probióticos, que son estos lactobacilos que son benéficos para la salud y se ha visto que también estimulan la inmunidad, aumentan los anticuerpos, aumentan las células NK (Natural Killer) que son la primera barrera de defensa".

Estos productos son recomendables para niños y adultos, aunque según la profesional lo más importante es mantener una buena alimentación que incluya frutas, verduras y en especial -en esta época- legumbres, que son ricas en vitaminas y minerales. "La baja de defensa se manifiesta de distintas maneras, sobre todo con infecciones respiratorias recurrentes", recalca.

A juicio del doctor Carrasco, "existe una tendencia clara en la población en general" por la medicina biorreguladora. "La mayoría de las personas se ha dado cuenta que el consumo habitual de medicamentos químicos si bien puede ayudar al manejo de ciertos síntomas, genera a la larga efectos secundarios", destaca.