Médico italiano anuncia primer trasplante de cabeza para fin de año
Neurocirujano Sergio Canavero publicó estudio en que realizó operación de prueba en ratones. Intervención es cuestionada por la comunidad científica, por los peligros e implicancias éticas.
Sergio Canavero, neurocirujano italiano, que desde 2013 trabaja en el proyecto Heaven/Geminien para hacer el primer trasplante de cabeza en humanos dirigido a pacientes sin movilidad, anunció un nuevo avance. Junto a expertos de la U. Médica de Harbin (China), realizó una anomastosis cefalosomática (trasplante de cabeza) en ratones.
El trabajo, publicado en CNS Neuroscience and Therapeutics, dice que la cabeza -añadida en la espalda del otro animal- parpadeó y respondió a los estímulos por 36 horas. En esa etapa el desafío fue controlar el rechazo y evitar los eventos isquémicos (detención de la sangre en el cerebro). Luego de la cirugía no hubo lesión en el tejido cerebral donante.
Primer paso para un procedimiento más complejo: el primer trasplante de cabeza en humanos, que Canavero anunció se practicará a un paciente chino a fin de año, con un costo de 11 millones de dólares, en el que participarían 150 médicos.
"Un trasplante de cerebro tiene muchas ventajas: apenas hay reacción inmune, lo que significa que el problema del rechazo no existe. Si trasplantas una cabeza con vasos, nervios, tendones y músculos, el rechazo puede plantear un problema, pero eso no pasa con el cerebro. Lo que sí puede ser problemático, es que ningún aspecto de tu cuerpo original sigue siendo el mismo", dijo a la revista alemana Ooom.
Pedro Maldonado del Instituto de Neurociencia Biomédica, dice que como todo estudio científico debe seguir protocolos. "Pero este trasplante ha ocupado mucha prensa y la comunidad tiene reservas de que pueda realizarse en humanos".
El procedimiento es complejo. Usaría dos cuerpos, uno con muerte cerebral y el de otro paciente con daño en el cuerpo, que sería el receptor. "No es como conectar una cañería. Si tiene éxito y el cerebro no se daña, la persona vivirá. Pero la recuperación de la medula espinal no está probada. Las afirmaciones del doctor de que el paciente podría caminar, no tienen fundamento".
La cabeza tiene muchas partes y el desafío inmunológico es tremendo, dice. "Hay importantes consideraciones éticas y que haya voluntarios no implica que se puede hacer. Hoy en cualquier hospital de Chile, EE.UU. o Europa no pasaría el comité de ética".
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