Ocho de cada 10 directores adecuan pruebas de sus colegios para preparar el Simce

Más de un millón de escolares respondieron el año pasado una de las 15 pruebas Simce, en áreas como Lenguaje, Matemática, Historia y Tecnología.

La medición, eso sí, estuvo en el centro del debate, pues mientras las autoridades señalaban que la herramienta entrega "información valiosa", un grupo de académicos alertaba de las posibles negatividades del test sobre los estudiantes y su aprendizaje.

Pero, alejándose de la polémica y con el objeto de saber cuál es la valoración y comprensión del Simce y la utilización de los resultados, el Centro de Políticas Públicas de la U. Católica y el Centro Mide UC realizaron un estudio a los directores de colegios municipales y subvencionados de la Región Metropolitana y al nivel de cuarto básico.

En éste se reveló que el 79,8% de los directores adecua las mediciones de sus establecimientos para que se asimilen al Simce. Esto, como forma de prepararse para la prueba.

Según Gabriel Gutiérrez, investigador del Centro de Políticas Públicas, este tipo de preparación se puede entender, según lo señalado en la literatura del área, como una "presión indebida". Añade que "el riesgo que tiene es que deja otras habilidades sin medir" en el colegio, y que, además, a los alumnos se les estaría entrenando para la prueba, más allá de abordar la parte académica.

Jorge Manzi, director de Mide UC e investigador, añade que "el foco está más puesto en las evaluaciones que en el proceso educativo, lo cual, en sí mismo, presenta una visión un poco curiosa". Esto, porque para mejorar los resultados del Simce, "no hay que corregir las mediciones del aula".

El mismo estudio, que el lunes se presentará oficialmente en un seminario en la UC, reveló que 97% de los directivos dirige colegios donde se hacen pruebas de ensayo y, además, el 78% también señaló que se realizan clases de reforzamiento (ver infografía).

El informe también indica que, tras los resultados del Simce 2012, el 83% de los directores realizó talleres para reforzar a los alumnos con bajo rendimiento, y el 30,7% incrementó las horas destinadas a las asignaturas donde el Simce evalúa los conocimientos.

Manzi señala que este tipo de medidas "se parecen más a las acciones que se toman para mejorar los puntajes que para hacer mejoramiento efectivo de la calidad". Por lo mismo,  sostiene que "tenemos que preocuparnos de balancear un poco las cosas, para que el Simce sea recibido como una herramienta formativa".

Gutiérrez añade que algunos directores mencionan que el Simce "no entrega información desagregada", lo cual limitaría el uso formativo de la medición. Sin embargo, especifica que la medición no fue concebida para tal fin.

Otro de los temas que abordan los directivos es que los resultados los reciben en mayo o junio, cuando "ya planificaron el año, cuando ya las acciones están determinadas y ya tuvieron el espacio de reflexión con los profesores".

¿Cuántos puntos?

Otro aspecto que se abordó es el conocimiento de los directores de los resultados. Cerca del 60% de los encuestados es capaz de reportar con exactitud el puntaje que obtuvo en la última prueba. Sin embargo, Gutiérrez señala que "al mismo tiempo, ese director no sabe identificar la tendencia, si están mejor o no".

Manzi añade que "constatamos que los que tienen más bajos resultados son los que están más propensos a recordar mal cómo les ha ido y, en particular, subestimando la seriedad del problema".

En cuanto a la incorporación de nuevas mediciones, tema que se ha discutido en el último tiempo, Gutiérrez señala que "en general, no hay una gran resistencia. Les parece más adecuado incluir más asignaturas que más niveles".