Pablo Manríquez, director de TV: "Cuando llegué les dije a todos que se puede más y que lo vamos a lograr"

En los cinco meses que Jaime de Aguirre alcanzó a estar en Canal 13 el año pasado, como director de programación, logró entablar una estrecha relación con Pablo Manríquez, quien en ese tiempo era el director de Bienvenidos. Almorzaban juntos los viernes e intercambiaban ideas para que el matinal siguiera firme en su camino de volver al primer lugar de la audiencia. De Aguirre siempre se mostró muy interesado en el rating del programa que conducen Tonka Tomicic y Martín Cárcamo.

Cuando en abril Manríquez fue desvinculado de la estación de Luksic, por haber emitido al aire el informe ginecológico de Nabila Rifo, su ex jefe, ahora director ejecutivo de TVN, lo llamó para que volviera a la que fue su primera casa televisiva, y hacerse cargo de Muy buenos días.

Recibió otras ofertas, reconoce, pero fue la nostalgia y la mística de regresar a Bellavista 0990 lo que lo empujó a optar por TVN.

A fines de mayo llegó a dirigir el matinal de Cristián Sánchez y María Luisa Godoy -cuando estaba con un promedio de 3,9 puntos de sintonía-, y confiesa que lo primero que se le cruzó por la mente fue: "En este equipo hay gente que está bien golpeada, muy asustada por tantos cambios en tan pocos meses. Han recibido demasiados pedidos distintos, en líneas distintas, porque un día llegaba alguien y les decía que harían A, pero luego llegaba otro, y les decía que harían B, y así". En julio, el espacio acumula 4,2 tantos.

¿Cuál fue su primera determinación al llegar a Muy buenos días?

Me puse a observar la pantalla y confirmé algunas ideas que tenía, como que faltaba programar contenidos en los horarios correspondientes, que había que tener una estrategia de los cortes comerciales mejor que la que se estaba aplicando, que había que poner en evaluación a todo el panel y probarlos para cuánto eran capaces de dar, y así ver si tenía sentido seguir construyendo algunos personajes, o si había que pensar en renovar y buscar otros. Había que repasar lo básico que significa hacer un matinal de cinco horas y media, para luego poder sobre eso construir y ponerse creativo.

¿Pudo detectar qué se está haciendo bien y mal en el equipo?

El equipo tiene muy buenas personas, en lo personal y profesional, las que tal vez solo se habían mareado en esta búsqueda. Si uno logra ordenar y aclarar cuál es el norte, sé que es gente que sabe, que tiene el oficio de hacer un matinal. Y vi que en el panel había también mucha buena onda, gente abierta a compartir y a ver cómo sacamos esto adelante. Hay buena disposición y por eso cuando llegué les dije a todos que se puede más y que lo vamos a lograr, aunque nos va tomar tiempo.

¿Cuánto tiempo estima?

Ojalá sea luego. Siempre sueño que sea mañana. Estoy trabajando para que, ojalá, sea la próxima semana. Yo estoy muy entusiasmado, aunque nunca uso esa palabra. Incluso antes de entrar sentía muchas ganas y energía. Siento que es muy entretenido llegar a una zona a la que todos dicen que no resulta. Es hasta poético lo que desde ahí se puede construir.

¿Siente ansias al saber que esto es un camino de largo aliento?

Sí, y Jaime me lo recuerda permanentemente. Me dice que tenga calma, pero no por eso voy a pensar que tenemos todo el tiempo del mundo. Mi idea es ir mejorando el matinal rápidamente, porque sé que tenemos la capacidad para hacerlo. Mi foco en este momento es tener regularidad y quedarnos con la sensación de que estamos haciendo un buen programa, para que así vayamos conquistando a la audiencia.

Otros matinales cuentan con nombres relevantes de la TV local, como Rafael Araneda, Luis Jara y Tonka Tomicic. ¿Cree que su dupla es más débil?

Creo que la gente está dispuesta a darle la oportunidad a más rostros, y siento que faltan caras nuevas. La gente agradece cuando uno descubre a alguien que es nuevo y bueno. Puede que en este momento se vea como una desventaja, pero yo no lo veo así. Creo que si construimos bien el rol de María Luisa, obvio que puede ocupar un lugar importante en la televisión.

¿Es cierto que quiere a Diana Bolocco en el matinal?

No, yo estoy trabajando con los animadores que tengo ahora. Estoy concentrado en hacerlos crecer a ellos, y es lo que más me importa en este momento. El resto, es especulación, y no me puedo hacer cargo de eso. Sé que se piensa que es más fácil teniendo a un gran rostro, pero también está demostrado que no es garantía de nada.

¿Cómo es competir con Bienvenidos, espacio que usted creó?

Súper entretenido (ríe). Competir con Bienvenidos es tan entretenido, como con los demás. A la hora de hacer el programa, también estás viendo todos los otros, y es ahí cuando uno dice 'chuta, por qué hicieron eso', o 'bien por ellos'. Pero en el fondo ese es problema de los otros programas, y yo debo enfocarme en el mío.

¿Su salida de Canal 13 fue muy dura?

No puedo referirme al tema de Canal 13 por un acuerdo legal entre las partes. Firmamos un documento con el fin de no referirnos al tema. Puedo decir que fue triste desde el lado humano, por el equipo. De un día para otro dejar de ver a personas que ves todos los días y tantas horas es doloroso. Pero el dolor va pasando, y el sentimiento de cariño y respeto queda.