Piñera: "Si estimo necesario, tomaré decisiones que van más allá de la ley de fideicomiso"
El ex Presidente Sebastián Piñera dice que en caso de repostular a La Moneda tomará nuevos resguardos. Asegura que si su intención fuera asegurar sus intereses personales nunca habría hecho carrera política.
Cuenta Sebastián Piñera que el 1989, cuando le ofrecieron ser candidato a senador, fue a preguntarle su opinión a sus padres. Su mamá le dijo que por ningún motivo lo hiciera, que la política era algo tóxico, con bajezas y traiciones. Su padre, en cambio, le dijo que no lo dudara, "porque si bien en el sector privado uno puede tener una mejor vida, es en el sector público donde uno se realiza en plenitud. Y le hice caso".
Bueno, pero su papá no era millonario. El costo alternativo era bastante menor.
Efectivamente, pero igual tenía razón. Le puedo asegurar que en el servicio público encuentra lo mejor y lo peor del alma humana, porque si bien es gratificante poder influir en mejorar la calidad de vida de los chilenos, es muy frustrante y doloroso este clima envenenado de acusaciones mal informadas o mal inten- cionadas que en algunos casos llegan ser miserables.
Las "acusaciones miserables" a las que se refiere son las reacciones a las informaciones que daban cuenta de la inversión que el family office que maneja su patrimonio y el de sus hijos -Bancard- hizo en la pesquera peruana Exalmar y que sostenían que la habrían hecho considerando que Chile perdería un pedazo de mar para entregarlo a Perú en la Corte Internacional de La Haya y que, de esa forma, Piñera aumentaría aun más su patrimonio. Además, se señala que la inversión se habría materializado evadiendo impuestos, pues la sociedad que hizo la operación tiene su domicilio en las Islas Vírgenes Británicas (BVI).
El balde de agua fría era completo. El fantasma del límite entre la política y los negocios que ha marcado su trayectoria se apareció en gloria y majestad. Porque claro, hay dos hechos irrefutables en esta historia que son que la inversión sí existió y que la sociedad sí tenía domicilio en las BVI. Lo demás son derivadas.
En el primer punto, la defensa de Piñera es clara: atendiendo a su propia decisión al asumir la presidencia, él nunca supo dónde ni cómo se invertían sus platas. Y en el segundo, hoy el piñerismo completo hace notar que según la Ocde, las BVI ya no son paraísos fiscales -desde el 30 de octubre del año pasado- y que antes estaban en la segunda línea de calificación, al igual que estaba Chile antes de firmar el Fatca. Desde Apoquindo 3000 -donde en el piso 17 se mueve la plata y en el 18, la política- afirman, además, que todas las inversiones están debidamente registradas en el Banco Central.
El asunto le ha golpeado fuerte en lo personal, pues "se pone en duda mi total compromiso y dedicación a la causa".
Usted hizo un fideicomiso con alrededor de 400 millones de dólares y el resto, que finalmente fueron 1.800 millones de dólares, lo invertía Bancard en el extranjero. Ahora, se calcula que usted tiene como tres mil millones de dólares. ¿Qué piensa hacer si es que es Presidente de nuevo?
El año 2009, sin que ninguna ley lo exigiera, en forma libre y voluntaria tomé un conjunto de definiciones respecto de mi patrimonio. Entre estas estuvo hacer un fideicomiso ciego para las inversiones en Chile, el cual se entregó a cuatro instituciones y con tres instrucciones claras: que no se entregara nada de información a mi persona, que hubiera diversificación y que vendieran toda la participación en empresas reguladas por el Estado o de servicios de utilidad pública. También en ese entonces, abril de 2009, informé que había decidido vender Lan, la Clínica Las Condes y CHV, y que cuando se produjeran las ventas, esos recursos se invertirían fuera de Chile a través de Bancard, para lo cual renuncié a todos los directorios, poderes y capacidad de tomar decisiones. Mi determinación fue dedicarme en cuerpo y alma a ser Presidente de Chile.
Luego, ese modelo es recogido en forma casi integral en la ley que promulgó posteriormente la Presidenta Bachelet. Respecto del futuro, si bien no he tomado una decisión sobre una eventual candidatura, y como he informado, espero tomarla en marzo, en el caso que decidiera ser candidato, sin duda me acogeré 100% al espíritu y la letra de la ley vigente, y si estimo conveniente y necesario, tomaré decisiones que van más allá de la ley para asegurar la total autonomía e independencia como candidato y, eventualmente, como Presidente de Chile.
¿Como cuáles?
Primero tengo que tomar la decisión de ser o no candidato. Y respecto de eso, la única razón por la cual podría aceptar una candidatura sería un sentimiento de responsabilidad con Chile y los chilenos, porque si mi intención fuese proteger los legítimos intereses personales o familiares, nunca habría sido senador, presidente de partido, candidato, ni menos Presidente de la República. En todas esas instancias he puesto el interés público y el bien público.
¿Qué le ha parecido la reacción del mundo político?
Aprecio y valoro la altura de miras que he visto en reacciones como la del canciller Heraldo Muñoz y sus anteriores cancilleres Moreno y Walker, así como la de Alberto van Klaveren. Por otra parte, debo confesar que me han sorprendido por su bajeza y mala intención la reacción de otras personas de la fauna de nuestro país.
¿Como el diputado Hugo Gutiérrez, que se querelló en su contra? ¿Va usted a querellarse de vuelta?
No quiero hablar de eso.
¿No piensa hoy que todo esto se hubiese evitado si hubiera hecho un fideicomiso con toda su plata?
En esa época no existía ninguna legislación que regulara y, por tanto, ni siquiera se exigía fideicomiso de inversiones en Chile. Ahora sí tenemos una legislación con la aprobación de ambas cámaras y que sí establece el fideicomiso, la obligación de vender empresas reguladas por el Estado y nada respecto de inversiones fuera de Chile. Y, por lo tanto, el 2009, y todo el período en que fui Presidente, en materia de transparencia y conflicto de interés, actuamos mucho más allá de la exigencia legal.
Por otra parte, entre 2010 y 2014, el grupo Bancard hizo inversiones diversificadas en muchos países. De hecho, según me informé después, en promedio hubo entre 100 y 200 posiciones de inversiones, y se realizaron miles de transacciones. Por tanto, si existieran, por ejemplo, inversiones en China, cosa que desconozco, más de alguno va a sostener que el viaje que hice como Presidente a China fue para promover esas inversiones. Contra la mala fe y la maldad, la única defensa posible es la verdad y la tranquilidad de conciencia. Y yo estoy muy tranquilo con mi conciencia.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.