Crédito estatal
SEÑOR DIRECTOR
En una columna publicada ayer, el rector Ricardo Paredes hace un esfuerzo loable por encontrar elementos positivos en el proyecto de crédito estatal que ingresó el gobierno anterior. Pero la verdad es que los dos elementos negativos que correctamente identifica -fijación generalizada de aranceles y asimetría entre la institución y el Estado como codeudores- son demasiado graves como para que el proyecto pueda seguir su tramitación.
La iniciativa establece una fijación indirecta de los aranceles de las instituciones adscritas al crédito, forzándolas a igualar el arancel real (lo que cuesta educar) a arancel regulado (lo que el Estado paga). Esto provocará un marcado desfinanciamiento a corto plazo y, con el tiempo, una pérdida de diversidad del sistema. La condonación anticipada, además, está diseñada de manera que sea casi imposible que las instituciones que presten recursos los recuperen. Sobra decir que las instituciones gratuitas, obligadas a entrar al nuevo crédito, estarán aun peor y se profundizará su déficit, hoy proyectado en $ 68.000 millones.
Nuestras instituciones de educación superior no resisten más vulneraciones a su autonomía, más cuando mediante la fijación de precios se les prohíbe crecer por sobre lo que se les entrega en financiamiento estatal. Es fundamental que el gobierno retire el proyecto de ley y, en consecuencia, plantee una iniciativa acorde a su programa en educación.
Daniel Rodríguez
Director Ejecutivo de Acción Educar
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.