El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó los resultados de la evaluación económica de Chile para 2021, subiendo nuevamente la proyección de crecimiento para el país, desde el 5,8% anunciado en febrero a 6%.

El resultado de las consultas enmarcadas en el llamado Artículo IV de la entidad internacional afirma que “luego de un buen desempeño hasta mediados de 2019, la pandemia golpeó la economía chilena cuando esta se recuperaba de la crisis social de 2019. El país ha respondido con políticas amplias y sin precedentes, apoyado por la aprobación de una FCL (Línea de Crédito Flexible) en mayo de 2020″.

El Fondo señaló que, si bien debido a las medidas por la crisis los márgenes de acción se han reducido, “las políticas macroeconómicas y los marcos institucionales de Chile se mantienen muy sólidos”.

Recuperación

“La actividad económica se está recuperando, apoyada por una amplia política de estímulos”, asegura el FMI, quien ve que la economía chilena se contrajo 6% durante 2020, con sus mayores bajas durante el segundo y tercer trimestre. “Sin embargo, la recuperación se aceleró en el cuarto trimestre, con un crecimiento anual estimado cercano a cero. De forma similar, luego de una gran contracción en el empleo y un alza en el desempleo a mediados de 2020, ambas variables comenzaron a mejorar en 2020, aunque se mantienen peor que sus niveles prepandemia”.

Para 2021, el Fondo espera un “sólido rebote del crecimiento económico, apoyado en políticas acomodaticias. “Se espera que la actividad económica se expanda 6% en 2021, mientras la normalización es apoyada por el ambicioso plan de vacunación actual. En el mediano plazo, a medida que las brechas de capacidad se irán cerrando, las políticas de estímulo se retirarán progresivamente, con lo que se espera que el crecimiento converja a su potencial de 2,5% y la tasa de desempleo baje gradualmente a cerca de 7%”.

El staff del FMI indicó que el paquete de estímulo fiscal aprobado en 2020 ha sido efectivo en ayudar a contrarrestar los efectos de la crisis. “Hacia adelante, la política fiscal necesitará mantenerse data dependiente y estímulos adicionales podrían ser necesarios, si la pandemia se prolonga, para continuar protegiendo la salud, los ingresos y los empleos.

Sin embargo, el Fondo también alerta en contra de retiros de fondos de pensiones adicionales, “aunque los de julio y diciembre de 2020 han ayudado a la recuperación, ellos fueron pobremente focalizados, regresivos y han debilitado el sistema de pensiones”.

La entidad internacional hace solo un mes había ya actualizado al alza la estimación de crecimiento para el país, desde el 4,5% esperado en octubre a 5,8%, dando cuenta del fuerte efecto del éxito del programa de vacunación, uno de los más destacados del mundo. Con la nueva estimación de 6%, a finales de 2021 Chile prácticamente recuperaría todo lo perdido durante la crisis sanitaria, quedando a muy poco de volver a niveles de PIB del cierre de 2019, siendo el país de la región que más rápido realizará este logro. Para 2022, el Fondo también corrigió al alza su estimación, desde 3,5% a 3,7%.

Además, el FMI dice que aunque deberían mejorar los términos de intercambio del país, el balance de cuenta corriente se espera se vea deteriorado en 2021-2022, debido a una fuerte demanda por bienes importados, asociados a la recuperación, antes de estrecharse en el mediano plazo.

Sobre la política fiscal, la entidad destaca el compromiso con la consolidación de las cuentas públicas, reduciendo el déficit estructural a 0,9% del PIB para 2025. A su vez, recomienda que, una vez que la crisis sanitaria esté bajo control y la recuperación se fortalezca, deben realizarse ajustes en los gastos, para proveer espacio adicional para hacer frente a las necesidades sociales, absorbiendo los riesgos en las proyecciones de ingresos y volver a tener un colchón, mientras se preserva la estabilidad macro.

También recomienda mejorar la regla fiscal, con un ancla de mediano plazo, con un techo para la deuda y un rango; una cláusula de escape formal y un mecanismo de ajuste que fortalezca la credibilidad de las políticas.

Sobre la política monetaria del Banco Central, el FMI solo tuvo elogios. Ha sido “bien concebida, adecuada y sin precedentes en su magnitud”, afirma y destaca que la reducción de la Tasa de Política Monetaria, complementada con una batería de medidas no convencionales, “han ayudado a contener el impacto adverso de la pandemia. A la vez que la inflación y las expectativas de inflación se han mantenido bien ancladas”.

Reformas

El resultado del Artículo IV sobre Chile afirma que “alcanzar rápidamente un acuerdo amplio sobre reformas estructurales y sociales mientras se preserva la estabilidad macroeconómica ayudaría a estimular la inversión, la productividad y la confianza, a la vez que promueve la convergencia social, a través de un crecimiento inclusivo”.

Para esto, el FMI menciona varias áreas. En lo relacionado a las pensiones, dice que “finalizar la reforma previsional es un paso urgente para asegurar una cobertura de pensiones adecuada en el futuro”. Dice que los cambios ya realizados al Pilar Solidario y “la reciente propuesta de aumentar las tasas de contribuciones y fortalecer el Pilar Solidario son pasos importantes en la dirección correcta”. Hacia adelante, “será esencial ajustar las tasas de contribuciones, la edad de jubilación (especialmente para las mujeres), y los parámetros de solidaridad en relación a la demografía, empleabilidad, desarrollos económicos, tasas de reemplazo esperada, y retorno de activos de pensiones esperados”. También agrega que aumentar los esfuerzos por disminuir la informalidad podría aumentar la densidad de las contribuciones, lo que puede mejorar la cobertura y los niveles de las pensiones para un porcentaje importante de la población. “Asegurar la competencia en la administración del sistema de pensiones será crucial para promover la eficiencia y contener los costos”, asegura.

El FMI dice que una reforma al sistema de salud también es urgente. En ese frente, puntualiza que entre los desafíos está la creación de un plan básico universal de salud, distribuyendo los riesgos entre los actores públicos y privados, eliminar la discriminación por preexistencias en el sistema privado, mejorar la eficiencia del sistema público, aumentar la competencia y reducir “el gasto de bolsillo” en medicamentos.

En la parte tributaria, se alerta que para hacer frente a las necesidades fiscales de mediano plazo, incluyendo el gasto social, requerirá un aumento en los ingresos y racionalizar los gastos luego de la recuperación económica. Así, los esfuerzos del país deberían ser dirigidos directamente a: aumentar los impuestos directos, revisando exenciones, deducciones, y regímenes especiales, a la vez que se fortalece la administración del SII; gradualmente racionalizar los impuestos indirectos y aumentar los impuestos verdes. El FMI destacó el informe de la comisión de expertos formada por el exministro Ignacio Briones, en la que se entregaron recomendaciones respecto a cambios en las exenciones.

Para el mediano plazo, la institución insiste en recomendaciones que ya ha hecho en versiones anteriores, para promover la productividad y la inclusión. Ahí, señala que es clave continuar los esfuerzos para mejorar la calidad de la educación, promover la flexibilidad del mercado laboral, reducir la informalidad, fortalecer la competencia, reducir la burocracia, continuar la integración financiera y comercial y apoyar acciones de políticas en respuesta al cambio climático.

Riesgos

Con todo, la institución advierte que la recuperación se realiza en un ambiente de gran incertidumbre, aunque el país exhibe una fuerte resiliencia. Hay riesgos externos e internos. Entre los primeros lo principal es relacionado a las dinámicas de la pandemia, aunque pueden ser mitigados con el rápido proceso de vacunación. Una “desglobalización” de la demanda también es un factor de riesgo, dice la entidad, reduciendo las oportunidades de comercio y crecimiento. Grandes movimientos en el precio del cobre podrían afectar las exportaciones, los ingresos fiscales y las perspectivas de inversión y crecimiento, sostiene.

Los factores de riesgo interno están principalmente influenciados por “las incertezas del resultado del proceso de la Nueva Constitución, así como la posible reaparición de las protestas. Un retraso en la recuperación puede aumentar las tasas de morosidad, aunque el capital de los bancos parece adecuado actualmente”. En resumen, dice el Fondo, “el país presenta una significativa resiliencia para enfrentar esos riesgos, no solo por la gran respuesta de políticas y el espacio fiscal que queda, sino también por el sólido marco institucional”, lo que quedó demorados en la reacción de las políticas económicas y en el bajo nivel de deuda pública para los estándares internacionales.

Tras la publicación de este reporte, el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, indicó que “como gobierno de Chile valoramos que una institución como el FMI destaque la respuesta de política macro-financiera sin precedentes ante la pandemia. A su vez, la revisión al alza en la proyección de crecimiento, unido al apoyo fiscal y al proceso de vacunación, transmiten confianza hacia una senda sostenida de crecimiento hacia 2022. Por cierto, persisten desafíos por delante, para lo cual seguiremos trabajando y apoyando a las familias chilenas”.