Entrando al siglo XXI
EL CRECIMIENTO no basta. El desarrollo del siglo XXI es crecimiento más sostenibilidad e inclusión. No cualquier crecimiento sirve: tiene que ser sostenible e inclusivo. Este debate no puede darse de espaldas a los espectaculares avances en ciencia, tecnologías e innovación (CTI).
Al contrario, solo tiene sentido hacerlo desde el potencial y las amenazas que plantean las nuevas tecnologías. Ignorar esto y dejar que sea solo el mercado el que guía la difusión del conocimiento y las nuevas tecnologías, acentuará las desigualdades y podría ocasionar serias fracturas en la gobernabilidad política y social. Por eso, es que la candidatura del senador Guillier propone 4 inflexiones en nuestro patrón de desarrollo:
1) Revolución en las energías: una apuesta vigorosa a energías renovables, modificando con ello la matriz productiva y exportadora. Promoveremos el distrito tecnológico solar en el norte, con clusters que vinculen la construcción de paneles solares con las manufacturas, tecnologías, ingeniería y servicios asociados.
En el litio, también promoveremos clusters tecnológicos de calidad mundial, aprovechando que los avances en baterías de litio reducen el costo de almacenar energía.
Uso creciente de la electricidad en transporte público y privado. Reindustrialización y más competitividad gracias a las nuevas energías y menor costo en la factura eléctrica para los hogares.
2) Revolución digital y en las telecomunicaciones. Inversiones para elevar el ancho de banda y masificar el acceso a Internet de alta velocidad. Promoveremos un uso productivo de la telefonía móvil en políticas públicas y empresas, estimulando la productividad. Zonas Wifi en principales plazas en todo el país. Estimularemos la telemedicina, manufacturas avanzadas y servicios sofisticados.
Apoyaremos la aplicación de Internet de las cosas en la producción de bienes y servicios. Iremos a la digitalización del Estado, los municipios, las Pymes y las escuelas.
3) Apuesta a la innovación, apropiándonos del cambio tecnológico para modernizar empresas, mejorar la gestión pública y elevar la calidad de vida de los chilenos. Promoveremos la cadena de valor Ciencia-Tecnología-Innovación- empresas tecnológicas, con formación de recursos humanos, incentivos tributarios. Potenciaremos a Corfo como banca de desarrollo y estímulo a la innovación.
4) Tomaremos en serio el cambio climático. Chile es uno de los países más afectados por el cambio climático. Incendios forestales, aluviones, inundaciones nos seguirán acompañando, así como avance de desertificación en el norte y agotamiento de fuentes de agua potable rural en el sur. Estos temas no los resuelve el mercado. Requerimos fuertes inversiones y rediseño de políticas públicas, apoyadas en CTI.
Avanzaremos en diversificación productiva y exportadora, promoviendo una minería de cero emisión; el turismo de naturaleza, la exportación de servicios intensivos en conocimiento, así como agregar más valor a las cadenas productivas asociadas a recursos naturales.
Daremos un fuerte apoyo a la I+D, al fomento de los Star Up, la formación de recursos humanos de calidad mundial y la atracción de inversiones extranjeras de alta tecnología.
Dos vectores claves cruzan transversalmente estas propuestas: la descentralización y el apoyo a las Pymes.
Es en torno al territorio y a nuestras regiones donde diversificaremos nuestra matriz productiva y exportadora, donde innovaremos y lo haremos potenciando el papel de las pymes en la generación de riqueza.
De ese modo, crecimiento, innovación, sustentabilidad y mayor igualdad social y distributiva podrán conversar de mejor modo, abordando estos desafíos con instrumentos del siglo XXI.
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