Cuando el talento está a un clic: Cómo los cazatalentos deportivos se han adaptado a la era de la información
Nuevas herramientas digitales permiten nutrir el trabajo de los cazatalentos. Desde revisar estadísticas y saber cuánto cuesta un jugador, hasta pedir empleo en diversas plataformas. Se puede hacer de todo. Por otro lado, los jóvenes parten cada vez más temprano afuera, algo que el mercado chileno no elude.
Apenas suma 11 partidos como profesional, ocho de ellos en la segunda categoría del fútbol chileno. De todas formas, a Gonzalo Collao muchos lo tildan como el arquero del futuro, el próximo Claudio Bravo. Con ese cartel partirá a España a fin de año, y con solo 21 años, está pronto a iniciar su primera aventura en Europa, en el Extremadura, equipo de la Segunda División. ¿Cómo lo descubrieron en la península ibérica? ¿Qué le habrán visto? Cuesta resolver esta preguntas desde la lógica del rendimiento deportivo, porque apenas ha jugado a nivel mayor. La respuesta es mucho más sencilla, sin embargo, cuando se ponen sobre la mesa la tecnología, el poder de las redes sociales y la información de cualquier futbolista (de la edad que sea) que ya circula por todo el planeta y que está, literalmente, al alcance de un simple clic.
Una labor trascendental en el deporte es ser un cazatalentos. En la alta competencia, más todavía, porque puede marcar la diferencia, quizás el primer paso, para que despunten las nuevas estrellas, esas que coparán los medios por sus jugadas y por los millones que entrarán en su cuenta corriente. En particular, el mundo digital ha cambiado el fútbol a lo largo del tiempo. La tecnología ha permitido multiplicar y facilitar el trabajo de scouting, una inagotable fuente para los cazatalentos, los encargados de ir nutriendo de nuevas figuras al deporte más popular, con las luces y sombras que puede traer consigo, porque cada vez son más los casos de jóvenes que salen temprano a otras partes.
El scouting trata del trabajo de seguimiento y análisis de jugadores que selecciona un club que pueden ser opciones de contratación. Ver un cuerpo técnico sin un equipo de analistas es algo arcaico en el balompié moderno. Se ha hecho trascendental para cualquier institución de primer orden.
En Chile, los clubes siguen un patrón. Por ejemplo, Colo Colo, en la memoria anual 2018 de ByN, destaca la conformación de la secretaría técnica, dependiente de la Gerencia Deportiva, labor para "profesionalizar la contratación de jugadores y será una herramienta útil para ofrecer opciones en caso de que se requiera la contratación de jugadores en puestos específicos". Algo similar se da en Universidad Católica y en Universidad de Chile.
Si de scouting se trata, hay una herramienta que se convirtió en la aplicación de cabecera del fútbol mundial. Se llama WyScout (nacida en 2004), una plataforma que cambió el panorama del seguimiento de futbolistas, prestando una serie de productos: videos, estadísticas de jugadores, torneos y partidos. WyScout tiene más de 200 mil partidos completos con análisis de video, 214 competencias de 124 países y siete mil clientes que acceden a sus servicios. Es una especie de Netflix de fútbol: pagando el servicio, se tiene acceso a una serie de elementos de análisis de cuantiosas competiciones. Por ejemplo, el Leicester lo usó para el seguimiento de Riyad Mahrez, flamante último campeón de la Copa de África con Argelia, antes de cerrar su fichaje con los Zorros, donde saltó al estrellato y ganó la Premier. Hoy está en el Manchester City.
https://www.youtube.com/watch?v=taZr5KIz8ms
El fenómeno también alimenta a los representantes. "El trabajo es más detallado, porque hay más herramientas para seguir a un jugador. En cualquier parte del mundo hay un acceso diario a todos los partidos. En todos los clubes tienen un archivo del desempeño de cada jugador en cualquier parte. Es mucho más fácil seguir a un jugador. Evidentemente, la televisión ha transformado al fútbol y a todas las actividades socioeconómicas. Más todavía en esta era digital", dice el agente Alan Silberman, uno de los más experimentados del rubro en Chile.
"Antes había muy pocos agentes y no estaba tan presionado el ambiente por captar jugadores. Era una situación más simple (el seguimiento), porque uno veía al jugador, veía si tenía talento y, en mi caso, veía las condiciones personales y conductuales de la persona. Entonces tú, en base a eso, proyectabas las posibilidades de que el jugador sea exitoso", añade Silberman, quien representa, por ejemplo, al seleccionado nacional Gonzalo Jara.
Una estrella retirada no escapó al boom de la captación de futbolistas. Se trata del portugués Luis Figo, quien lanzó en 2016 una aplicación para cazatalentos llamada Dream Football (disponible en Apple Store y Google Play). ¿Cómo funciona esto? La idea es que un joven grabe videos propios jugando y los cargue a la plataforma. Mientras tenga más visualizaciones, tiene la chance de que un grupo de expertos analice los videos.
Trabajo, búsqueda y análisis
Año 2016. Luka Eisner, entrenador del club NK Domzale de Eslovenia, necesita un lateral derecho para su equipo. No encuentra nada mejor que poner un aviso en Linkedin, quizás el portal de búsqueda de profesionales más popular, publicando que necesitaba un jugador "con pasaporte comunitario, preferentemente de perfil ofensivo, para jugar en un sistema 3-4-3". Y lo encontró. Luego de recibir más de 150 perfiles de jugadores, el club esloveno incorporó al español Álvaro Brachi, quien estuvo dos años en ese país. Usando estas herramientas también se puede encontrar a un futbolista. No necesariamente a un chico, pero sí para suplir necesidades de un plantel.
No solo los clubes aprovechan la digitalización de todo. Los propios futbolistas también utilizan esto como un instrumento para mostrarse y tener una chance de empleo. Fue el caso del central chileno Ali Manouchehri. Luego de quedar con el pase en su poder, a mitad de 2016, usó su cuenta de Facebook para publicar videos de sus jugadas y compartió su currículum para que alguno se interesara. Esto le resultó, porque se fue al Boyacá Chico de Colombia, donde llegó a ser hasta capitán. "Utilizar las redes de la manera en que lo hice yo, hoy permite mostrarte y que te vea la mayor cantidad de gente posible. Son grandes herramientas", afirmó en aquella ocasión.
https://www.youtube.com/watch?v=7oXaOSaX9ho
En 2013 se creó Fieldoo.com, el Linkedin de los futbolistas, una red social que sirve como "bolsa de trabajo" para conectar a jugadores y representantes y para facilitar los traspasos. Quien tiene perfil ahí es el bosnio Miralem Pjanic, figura de la Juventus. Ellos mismos se definen como "la manera más rápida de encontrar un agente, un jugador y un club".
Desde un escritorio, incluso, se puede ver cuánto cuesta un futbolista. En mayo de 2000 se fundó en Alemania el portal Transfermarkt, actualmente con acceso en ocho idiomas, una parada obligada en lo que se refiere a mercado de fichajes y referencia para conocer el valor de mercado de algún jugador o de un equipo. Hasta 2014, Transfermarkt tenía información de, aproximadamente, 300 mil jugadores y 33 mil entrenadores.
En la actualidad, cualquier elenco puede elegir a una incorporación para el plantel de honor o para las series juveniles con mayor rapidez que antaño, época en la que el fútbol era romántico, pero donde era mucho más complejo llegar a competencias extranjeras.
En ese sentido, el factor YouTube ayuda sobremanera. Es cosa de ingresar el nombre de algún jugador en el buscador y aparecen miles de opciones. "Las mejores jugadas", "Los mejores goles", "Las mejores atajadas", "The Best of", son algunos de los encabezados que las agencias o los mismos futbolistas cargan en esta red social. En la capeta de antecedentes de un jugador, siempre hay uno o más links con estas galerías electrónicas.
También se ha dado la proliferación de muchos sitios de estadísticas (Soccerway, WhoScored, Squakwa, entre otras), que sirven de soporte para un análisis más preciso y veloz de cualquier figura.
Promesas
Este martes se conoció el caso del holandés Xavi Simons, de 16 años, quien llegó al Barcelona a los nueve, procedente del AZ Alkmaar, quien abandonó el club culé para fichar en el PSG. Simons es el ejemplo del nuevo fútbol hiperconectado que se da en la élite, uno que mueve fortunas y likes. Sin tener presencia en Primera, ya es representado por el polémico y famoso agente Mino Raiola (el mismo que maneja a Paul Pogba y a Matthijs De Ligt, por citar a un par), tiene nada menos que un millón de seguidores en Instagram y es auspiciado por Nike. "Aunque solo tengo 16 años, también he sentido el enorme cariño y apoyo de cientos de miles de aficionados del Barça que me animaban y motivaban a seguir mejorando y formándome en el club para poder llegar algún día a jugar en el Camp Nou", fue parte de su despedida en redes sociales.
https://www.youtube.com/watch?v=bcKvEBXcjBw
Un lado menos amable de la extrema globalización de un fútbol de mercado como el actual es que se dan mucho más fáciles las transferencias y poner a jóvenes, sin experiencia en el profesionalismo, en el exterior. Es cosa de hacer el ejercicio de entrar a las páginas oficiales de las agencias de representación, donde exhiben un sinfín de nombres nuevos con ansias de dar un salto.
Hace días se conoció el caso de Collao (21), quien no tiene un solo minuto en la Primera División con la U (solo la defendió en tres partidos de Copa de Chile) y ahora amarró su partida al Extremadura, al no tener cabida en el primer equipo (tiene contrato hasta diciembre). Un caso aún más profundo fue lo de Martín Lara (18), representado por AIM, quien partió al Necaxa sin haber debutado en el plantel de honor de la UC. Una historia muy parecida sucedió con Pedro Campos (19).
En un fútbol extremadamente globalizado como el actual se puede seguir hasta la liga más exótica por diferentes plataformas y acceder a altos niveles de información en cosa de minutos. Por lo mismo, partir es mucho más fácil, porque todo es más vendible. El delantero que se dispone a jugar este fin de semana en Sydney sabe que sus jugadas serán observadas por algún cazatalentos en Estados Unidos. El fútbol está en un clic.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.