Los desafíos para el nuevo ciclo
“Estar a la altura de esa esperanza que hemos logrado generar es tremendo, y lo estoy tratando de aquilatar todos los días. Es ser consciente de esa tremenda responsabilidad. Y además, en términos políticos y de gestión, hay una serie de desafíos: reactivación económica, de sanación social post duelo, de enfrentar la crisis climática con liderazgo, de redistribución de la riqueza, de un nuevo trato con los pueblos originarios, entre tantas otras cosas. En términos ideológicos, creo que izquierda y derecha tienen desafíos que son distintos. Nosotros tenemos el desafío como generación. Por otro lado, hablar no solamente de temas que han sido clásicos de la izquierda, como la redistribución, sino de un nuevo modelo de desarrollo que genere otro tipo de crecimiento”.
La herencia de la Concertación
“Algo que yo he tratado de defender permanentemente es que la juventud no es sinónimo de virtud, sino que lo que espero es que nos juzguen por la profundidad y sentido de nuestras convicciones y por la coherencia de nuestras acciones. Y eso no tiene carnet de edad. Así que más que avergonzarse del pasado, soy de los que creen que tenemos que aprender del pasado, porque en el pasado, como en toda vida, de un país o en la vida de una persona, hay aciertos y hay errores y hay que aprender de ambos”.
“Siento que somos parte de una posta que es más larga que nuestras experiencias vitales y la arrogancia propia de creer que el mundo parte con cada generación, en este caso la nuestra, sería un error de gran magnitud. Ahora, yo soy crítico de varias cosas que hizo la Concertación, pero eso no significa no dialogar”.
Gradualidad sin renuncia
" Yo estoy muy disponible a poder tener discusiones sobre la velocidad de los cambios, pero no a terminar negociando el puerto al cual lo vamos a llevar y me parece que esa es una diferencia que tenemos con lo que se ha denominado “los 30 años”. Ahora también la otra pregunta es entre quiénes te pones de acuerdo, porque no puede ser solo entre élites de partidos y élites empresariales”.
Tomarse el poder
“Nosotros como generación logramos emerger políticamente sin pedir permiso. El tratamiento que tenían los partidos de la Concertación durante los 90 y los 2000, era más bien de exclusión de las nuevas generaciones. Es cosa de preguntarse qué pasó con los dirigentes jóvenes de los 80 o 90. Lo que nosotros hicimos fue no esperar que nos dieran el pase para hacer una suerte de renovación pacífica, sino que a partir de organización y movimientos sociales irrumpimos y nos ganamos el derecho a ser parte del debate político”.
Su relación con el PS
“Me siento parte de la tradición socialista histórica. Dicho esto, creo que el Partido Socialista, en la actualidad ha tomado un camino más bien esquivo de los valores tradicionalmente representó y que terminó acomodándose a un modelo del cual nosotros somos críticos. No hago de aquello un juicio moral, sino que me mantengo en términos estrictamente políticos. Dicho esto, creo que muchas personalidades dentro del Partido Socialista, como la misma Maya Fernández, pueden ser un tremendo aporte. Y yo espero que tengamos la altura de miras para entender de que si queremos llegar a puerto, que es cambiar el modelo de desarrollo chileno, avanzar hacia un Estado garante de derechos sociales universales. Terminar con el Estado subsidiario. Lograr el reencuentro entre los pueblos que habitan el país que llamamos Chile”.
Alianza con el PC
“Con el Partido Comunista nos hemos venido encontrando como Frente Amplio hace muchos años en las luchas sociales. Hoy día lo hacemos por primera vez en mucho tiempo en la arena política institucional y espero que tengamos la altura de miras para entender de que las diferencias son menores frente a los objetivos comunes que tenemos”.
La renuncia a la libertad
“Desde hace bastante tiempo estoy en diferentes frentes de la política, y ha sido un aprendizaje progresivo también de las renuncias que peso implica. En algunos momentos ha sido duro. Pero el esfuerzo que yo hago es preguntarme permanentemente por qué estamos haciendo esto, por qué hacemos lo que hacemos, mantener una voluntad de estudio para no obnubilarme con las ideas propias. Y escuchar harto. Ahora, los costos personales existen en términos de la intimidad, de la exposición, de los tormentos que uno pueda vivir. Pero tengo un buen equipo y no estoy solo en esto. Así que en ese sentido me siento muy tranquilo”.
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