En los últimos años, Chile ingresó rápidamente al camino de la multiculturalidad gracias al aumento progresivo de su población migrante.
La transformación fue rápida. Si en la década de los 80, según datos del Censo de 1982, apenas el 0,7% de la población del país era extranjera (83.805 personas), dos décadas después ese porcentaje aumentó a 1,2% (195.320 según el Censo 2002).
Pese a esa alza, el salto importante se aprecia luego del año 2011. Si se consideran los datos la encuesta Casen, antes de 2011 la población migrante en Chile se mantenía entre el 1% al 1,4% de la población nacional. Después de ese año pasa a 2,1% en Casen 2013 y 2,7% en Casen 2015.
Un porcentaje similar muestran los datos del Departamento de Extranjería y Migración, que para noviembre de 2015 cifraban en 465.319 los inmigrantes residentes, es decir, un 2,7% de la población.
Pasamos de una sociedad homogénea a una sociedad más diversa en sólo seis años. Un cambio que para Chile ha sido significativo, pero aún es modesto si se compara con lo que ocurre en el resto del mundo. El porcentaje de migrantes residentes en los países desarrollados es en promedio 11,3%, dicen datos de la División de Población de la ONU para el 2015.
Aún así, Chile sobresale en la escena sudamericana, en la cual el promedio de población migrante, según datos ONU, es de 1,4%.
A Chile llegan en busca de trabajo y seguridad ciudadana. Un estudio del Centro Nacional de Estudios Migratorios de la U. de Talca señala que esos motivos explican su permanencia en el país (60%).
Llegan y se integran. Prueba de ello son los matrimonios mixtos, que en 2008 fueron 1.406, y para 2015 aumentaron a 5.144 (266%), según los antecedentes del Registro Civil.
Pero no todo es fácil para ellos. Un 58,1%, dice que las personas de su misma nacionalidad son discriminadas al momento de buscar trabajo, según datos de la U. de Talca. Los que más se sienten afectados son los haitianos (81%) y los colombianos (72,3%), lo mismo ocurre con venezolanos (47,5%) y peruanos (46,7%).
¿Dónde trabajan? El 30,5% en servicios; el 29,7% en comercio; el 10,8% en construcción; 8,7% en hotelería/restaurante; 8,2% en profesional/técnico y el 7,1% en servicio doméstico.