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Álvaro Peralta Sáinz
Colaborador de Práctico
Cronista gastronómico.
Cronista gastronómico, autor de Recetario popular chileno.
Cuando no hay tiempo ni ánimo para armar grandes panoramas navideños, vale la pena seguir estas sugerencias —de platos listos y otros de rápida preparación en casa— que solo buscan hacer la vida (en estricto rigor, una noche) mucho más fácil.
En verano no solo hay que resistir el calor: también conviene tratar de comer liviano y así dejar atrás los excesos de las fiestas. Nada mejor que el pescado crudo para cumplir con estos requerimientos. Aquí algunas sugerencias.
Tienen fama de comida de hospital, pero lo cierto es que este método, bien aplicado, puede resultar en una sabrosa y fácil manera de aprovechar los vegetales. Solo hay que cuidar los tiempos de cocción, ponerse creativos con los aliños y leer este artículo.
Lejanos se ven los tiempos en que los chilenos bebían vino, tinto o blanco, y poco más. Atrás quedaron también las épocas en que el whisky importado no solo costaba una fortuna, sino que era muy difícil de conseguir en el comercio. Hoy todo es variedad. Por lo mismo, sobre todo en lo que a vino respecta, tomamos menos, pero mucho mejor.
La oferta casi interminable de productos alimenticios nacionales e importados contrasta con un pasado casi reciente, en el que costaba poner un plato sobre la mesa. En un par de generaciones, Chile pasó de luchar contra la desnutrición infantil a ser un país sobrealimentado, lleno de productos y gastronomías que hace no mucho tiempo simplemente no existían.
Solito al aperitivo, de postre o con un trozo de pan de pascua a la hora de once. En diciembre, cualquier momento es bueno para probar esta clásica bebida nacional. Solo hay que encontrar la versión que más nos guste.
Lager, IPA, amber: el catálogo cervecero local no hace otra cosa que diversificarse cada temporada. Pero para no perderse entre la oferta, aquí va una guía con algunas nuevas y otras clásicas variedades que merecen ser probadas en lo que queda de verano.
Nada mejor que abrir los fuegos de una comida —o cerrarlos, como los franceses— con la mezcla de estos dos nobles productos. Las combinaciones son más que numerosas y al mismo tiempo exquisitas. Aquí, algunas ideas para maridar.
Esta popular dieta no se trata solo de guardar hambre para luego zamparse unos panes con queso. Lo que se ingiere después de pasar más de 12 horas sin comer no da lo mismo: aquí algunas opciones.
No siempre hay que partir de cero a la hora de cocinar y no todo lo que viene desde la industria debe ser a priori satanizado. Aquí, algunos ejemplos que además de dar sabor a tus platos te entregarán más minutos libres.