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Daniel Matamala
El gesto de Musk vuelve inocultable lo que se querría obviar: que la “Internacional Reaccionaria” del caudillo Trump y sus tecno-oligarcas tiene un discurso fascista, toma medidas fascistas y entiende el poder de una manera fascista.
Si Milei sigue “arrastrando el poncho” en temas fronterizos y estratégicos, e interviniendo en nuestra política interna, ¿serán capaces de plantarse decididamente ante él en defensa de los intereses patrios? ¿O seguirá primando, como hasta ahora, su profunda admiración hacia su líder?
Democracia, diálogo, acuerdos: es lo que los chilenos premiaron en las últimas elecciones. El otro camino es rendirse al chantaje y resignarse a ser vagón de cola de algún caudillo extremista; así terminó la derecha democrática en otros países.
Boric no puede arreglar como opinólogo lo que estropeó como Presidente.
El mensaje de los ciudadanos es nítido. En vez de copiar la violencia verbal de Trump o Milei, los políticos chilenos deben escuchar a los votantes de Maipú, Las Condes, Viña del Mar, Independencia y Renca.
Frivolidad, vanidad y falta de mesura frente a sí mismo. Boric no dimensionó la gravedad de los hechos, y, tras estallar el escándalo, se convenció de que su carisma y su credibilidad bastarían para solucionar el impasse. Que poner su grávitas en el ojo público resolvería el entuerto.