Moisés Naím
Es probable que una variedad de crisis, tanto internas como internacionales, sacudirán a la nación y requerirán del gobierno respuestas y reacciones que no estaban en sus planes.
A pesar de las frecuentes denuncias contra el comercio internacional, la experiencia con el proteccionismo es mucho peor: el empobrecimiento de todos, sobre todo de los más vulnerables.
Cada dólar gastado en armas es un dólar que no se invierte en el futuro de la humanidad.
Si queremos ir con todo contra la crisis climática, no podemos excluir opciones de antemano ni ceder ante falsas alternativas
Los países en los cuales los ciudadanos confían unos en otros, y todos en sus instituciones, son más prósperos y estables que en aquellos donde reina la desconfianza.
La lista de dificultades que afectan a la humanidad independientemente de fronteras territoriales, marinas o espaciales, es larga y peligrosa. O se resuelven a nivel global o no se resuelven.
Que en un mundo más peligroso los gobiernos sientan una fuerte presión a armarse es natural, pero no por eso deja de ser una tragedia.
La fragmentación del ámbito internacional ha aumentado, haciendo así cada vez más difícil la cooperación.
La falta de Estado puede ser tan peligrosa como su exceso.
Ambos no se conocen personalmente. Sin embargo, sus vidas no solo se parecen, sino que se entremezclan de manera inaudita. Ambos entendieron que un camino seguro a la riqueza es comprar barato y venderle caro al gobierno. Ambos también experimentaron los riesgos de esta estrategia de negocios: los dos terminaron presos como resultado de operaciones internacionales dignas de Hollywood.
El año que ha terminado ha asistido a numerosas protestas sociales por todo el mundo mientras en el mundo de las altas finanzas también se adivinan turbulencias.
El ataque de Hamas el pasado 7 de octubre hizo visible el repudio internacional al gobierno israelí y sus fallas militares y de inteligencia.
El líder chino parece no tener respuestas a los graves problemas que su gobierno ha creado. Está descubriendo que una gran sociedad contemporánea es algo demasiado complejo para ser regida por un solo hombre.