
USS premia a 35 docentes como los mejores en calidad y excelencia académica
Los estudiantes y sus evaluaciones fueron claves en el proceso y que también consideró criterios de innovación y capacitación continua de los académicos provenientes de las cuatro sedes de la USS en Santiago, Concepción, De La Patagonia y Valdivia.

Reconocer a quienes dejan huella, a quienes van más allá de la entrega de conocimientos y motivan a sus estudiantes para ser actores activos en su propia formación, fue el objetivo de la ceremonia en que la Universidad San Sebastián, premió a los 35 mejores docentes del año 2024 provenientes de las cuatro sedes de la USS en Santiago, Concepción, Valdivia y De la Patagonia.
“La opinión de los estudiantes fue decisiva, porque marca la diferencia de quienes dejan huella y entusiasman a quienes estudian una determinada disciplina”, dijo el rector Hugo Lavados durante la ceremonia efectuada en el campus Bellavista de la universidad.
Lavados agregó que “nuestro cuerpo docente ha estado en el mismo proceso que ha vivido la universidad hacia una institución de mayor complejidad, mayor especialización, mayor profundidad en términos de la formación de nuestros estudiantes para ser un aporte a la sociedad y ser buenas personas. Ese es el fin que perseguimos en la USS”. La casa de estudios -fundada en Concepción- cumplió el año pasado 35 años de vida.

El Vicerrector Académico, Antonio Pujol, dijo que el crecimiento de la institución no sería tal sin el trabajo diario de los docentes por ello “quisimos reconocer el esfuerzo que hay detrás, la dedicación hacia el progreso de los estudiantes. Y también por los valores que imprimen de manera individual estos docentes, y que están muy conectados con los valores que la institución”. Pujol explicó además que la elección además de incluir la voz de los estudiantes tuvo un riguroso proceso que revisó criterios como el compromiso, ética profesional, prácticas pedagógicas e impacto positivo en los estudiantes.
“El trabajo bien hecho, se ve reflejado en las acciones y cómo ellos preparan su docencia y cómo dedican tiempo al estudiante para que progrese”, afirmó el Vicerrector Académico.
Algunos de los premiados

Con 16 años en la sede Concepción de la USS, el profesor de pedagogía en Historia y doctor en esa misma rama, César Espinoza, se desempeña principalmente haciendo clases en la carrera de Administración Pública, dependiente de la Facultad de Economía y Gobierno. Nacido en Chillán y formado en la región de Valparaíso, el académico se radicó en la capital de la región del Biobío para formar una familia.
“Enseño la historia del Chile republicano, las instituciones políticas y administrativas, y ese es el camino que me ha llevado a encontrarme con estudiantes de Administración Pública que tienen esa mirada de país que destaco, ya que son entusiastas en el análisis de los procesos políticos que ha vivido nuestro país. Creo que los administradores públicos deben dominar lo que ha ocurrido en Chile en diversos contextos para que puedan extraer lo mejor de nuestra historia e instituciones”, afirma Espinoza, quien ha sido reconocido por tres generaciones de sus alumnos como el mejor profesor.
El académico agrega que “he tenido el reconocimiento por parte de mis estudiantes y ahora se corona de cierta forma con esta distinción a nivel nacional, y eso me llena de mucho orgullo y me incentiva a seguir trabajando, a seguir pensando en cosas diferentes, en innovar en mis clases para conseguir resultados importantes de aprendizaje y siempre motivándolos a ser buenas personas”.

La médico veterinaria María Eugenia Unda ejerce en la sede De la Patagonia, en Puerto Montt, desde 2018, impartiendo clases a las y los alumnos de las carreras de Obstetricia, Odontología, Kinesiología y Enfermería, profundizando materias como biología celular, histología, embriología y genética.
“Me he preguntado por qué mis estudiantes valoran mi labor, y llegué a la conclusión de que es por mi espíritu maternal. Porque soy mamá de cuatro hijos que también estudian en la USS. Entonces, creo que entiendo bien el momento por el cual atraviesan mis alumnos, y así generamos un ambiente cálido durante las clases”.
La magíster en Educación Superior agrega que, como le hace clases a los primeros años de esas carreras, puede observar cómo sus estudiantes inician la vida universitaria: “Algunos llegan con mucha desorientación e inseguridad, porque la transición del colegio a la educación superior es un proceso complejo. Y con ellos es con quienes me aboco a entusiasmarlos y de apoco veo cómo van enamorándose de sus carreras. Me gusta acogerlos, orientarlos y ayudarles a encontrar una forma de estudio. Me gusta, soy feliz haciendo clases”.

El profesor de pedagogía en Historia, Geografía y Educación Cívica y doctor en Educación, Andrés Parada, ingresó a la USS en 2016 y se ha especializado en formar estudiantes de pregrado que cursan las carreras de Educación Parvularia en sus modalidades Advance y regular, y en Pedagogía en Educación Básica en Santiago. Su foco es enseñar metodología de la investigación para la educación, talleres de grado y formación para el área de ciencia didáctica de las ciencias sociales.
“Lo que más me gusta enseñar es la posibilidad de compartir el deseo que tienen mis alumnas y alumnos, que consiste en generar un cambio en la educación. Los acompaño para canalizar esa gran energía que tienen. Y a pesar de que las carreras de educación vienen un poquito a la baja, veo cómo mis estudiantes llegan con un amor inmenso a los demás y están súper deseosos de poder colaborar, de poder ser un aporte. Eso es lo que más me motiva a enseñar en formación inicial docente”, señala el académico, quien es hijo de obreros y primer universitario de su familia oriunda de Maipú.
Para él, la educación que reciben los más pequeños “los marca para toda su vida. Es muy relevante el aprendizaje en la más temprana edad, porque significa romper brechas y acortar las desigualdades sociales”.

La profesora de inglés Carolina Rybertt comenzó a hacer clases en la pedagogía de su especialidad en 2014, pero después comenzó a abarcar otras carreras de diversas áreas, como Ingeniería Comercial, para concentrarse en enseñar el principal idioma del mundo a los estudiantes de Ingeniería Civil Industrial de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño en la sede de Valdivia, su ciudad natal.
Carolina está cumpliendo 45 años impartiendo clases en el aula. Y su clave no es otra que “enseñar con amor y cercanía”. Cuenta que como profesional la marcaron sus siete años viviendo en Estados Unidos, donde se perfeccionó e impartió clases a niños inmigrantes que llegaban de diversos países, como la India, Japón y México. Dice haber rescatado esa riqueza intercultural para mejorar sus métodos de enseñanza del inglés en Chile.
“Me encanta lo que hago, me encanta enseñar, y me encanta tener el contacto con mis alumnos, que es muy cercano, porque en realidad yo soy como la mamá gallina con ellos. Me preocupo mucho de lo que cada uno está sintiendo, de lo que ellos realmente quieren. Siempre estoy pendiente de que lleguen bien a clase, porque a veces los veo un poco bajoneados e intento subirles el ánimo”, señala, aunque les deja claro desde un principio que es muy estricta con las materias. Y sí que ha tenido ella misma que aprender diversas materias, porque además del inglés coloquial tiene que enseñar inglés técnico en áreas tan disímiles como la ingeniería, tecnología, pedagogía y medicina.ss
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