Columna de Gustavo Salina: Redescubrir los cerros y la cordillera

Gustavo Salinas USS

Los últimos cinco años han traído consigo numerosos desafíos y transformaciones en nuestra vida cotidiana. Entre ellos, el redescubrimiento de la naturaleza y, en particular, el renovado interés por la cordillera, los cerros y las áreas protegidas. Este fenómeno ha llevado a un aumento notable en las visitas a la precordillera y parques nacionales, reflejando un cambio en nuestra percepción y relación con el entorno en que vivimos.

La cordillera y los cerros, que quizás antes eran vistos solo como un telón de fondo, han pasado a ser protagonistas de nuestras actividades recreativas y espirituales. Las actividades al aire libre como el trekking y las visitas a parques se convirtieron en una válvula de escape esencial.

En estos senderos, juegan un rol fundamental los guardaparques, que desempeñan un papel crucial en la protección y conservación de nuestras áreas naturales ya que su labor no solo implica la vigilancia y el mantenimiento de estos espacios, sino que también la educación de los visitantes sobre el cuidado del medio ambiente.

Prácticas como el “No Dejar Rastro” (Leave No Trace) son una manera efectiva de minimizar el impacto. Esto incluye llevarse la basura, respetar la fauna y flora, y permanecer en los senderos designados para evitar la erosión y el daño a los ecosistemas.

La última misión y tarea pendiente, en un período donde se están desarrollando acciones y propuestas para la inclusión y accesibilidad, es pensar en todas las personas que comparten estos espacios. Los senderos y parques deben ser accesibles para todas las personas. La empatía y el respeto por los demás usuarios son esenciales para asegurar que todos puedan disfrutar de la naturaleza de manera equitativa y segura.

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