Además del desarrollo de proyectos a nivel local, el crecimiento de este mercado responde a la profesionalización de esta área a través del surgimiento de carreras profesionales orientadas a formar creadores que posean herramientas para diseñar, programar y crear experiencias inmersivas en variados rubros. Los videojuegos son una de las principales formas de entretenimiento entre los jóvenes y la rápida evolución de las nuevas tecnologías, impulsó fuertemente a esta industria en el ámbito internacional. En 2023 generó más de 180 mil millones de dólares, superando a las industrias del cine y la música combinadas.
Locamente este sector experimentó un crecimiento exponencial. Según datos de ProChile, las exportaciones de servicios ligados a las economías creativas chilenas tuvieron un crecimiento de 11,1% durante el año pasado, alcanzando un total de US$ 75 millones. De ese total, las exportaciones de videojuegos correspondieron a US$ 9 millones, un 50% más que en 2022.
De este modo, año a año las empresas de videojuegos nacionales participan de distintos festivales y mercados, marcando presencia con diversos premios y nominaciones. En marzo, diez compañías locales fueron parte del Games Developers Conference (GDC) en San Francisco, el evento de videojuegos más importante de Estados Unidos al que Chile ha asistido por una década. Estas instancias promueven el intercambio de ideas y la colaboración entre profesionales, además de atraer inversores y empresas del sector. En este sentido, eventos como Expogame, que se celebra tanto en Santiago como en Concepción, han sido cruciales para promover la industria e incentivar su descentralización.
Este crecimiento de la industria chilena también responde a la profesionalización de esta actividad a través de la apertura de carreras especializadas en el rubro de los videojuegos. La aparición de carreras como el caso de Animación Digital de la USS, que posee una mención en Diseño de Videojuegos significó un cambio y una maduración en la industria, que hoy no solo involucra conocimientos en programación, sino también en jugabilidad, narrativa, diseño y animación.
Además de las herramientas de dibujo, diseño, programación en 2D y 3D, los estudiantes aprenden principios de desarrollo de videojuegos, obtienen herramientas en el área de la realidad virtual y aumentada, se instruyen en el campo de la Inteligencia Artificial (I.A) y tecnologías afines para poder desarrollar producciones inmersivas. Se forman como creadores, cuya mirada integral, también les permite abrirse paso en otras áreas que requieren de estas herramientas, como la salud, la minería o la arquitectura.