Mucho se dice que el origen de los problemas de Chile está en la educación y la familia. Efectivamente la educación y cuidado podrían ser las grandes respuestas a los problemas de delincuencia, salud mental, abandono, suicidio y violencia escolar; y su gran respuesta está en la calidad de cuidado que ofrecemos a los niños, especialmente a los que han sufrido graves vulneraciones en sus derechos. Frente a ello, hoy en el mes en que se conmemora a nivel mundial el Día de la Adopción quisiéramos recordar a todos los niños que esperan por una familia tras procesos extensos de susceptibilidad; y por otra parte a las familias que desean ser padres de un niño que los espera.
Nunca olvidemos que, tras las contingencias cotidianas, aún hay muchos niños que esperan por una familia que sea capaz de darles amor y cuidado, lo que sin duda no solo cambiará su vida, sino la de las familias que por largo tiempo han esperado por encontrarse con su hijo, y desde ahí cambiar el rumbo de las vidas de estos niños y de toda nuestra sociedad.
Finalmente es un proceso que puede ser beneficioso para todos los involucrados, el que debiésemos por tanto promover y facilitar.