La célebre película Matrix nos presentó un mundo donde la realidad era una simulación creada por máquinas que se alimentaban de la energía humana. Aunque pueda parecer ciencia ficción, nuestra realidad actual presenta paralelismos inquietantes.
En lugar de energía, las grandes corporaciones tecnológicas se nutren de nuestros datos personales, desde nuestros hábitos de consumo hasta nuestras opiniones políticas. Esta información es utilizada para crear perfiles detallados que permiten predecir nuestros comportamientos y manipular nuestras decisiones, en el fondo alimentar a la Inteligencia Artificial (IA) para esto y muchos otros fines.
Estas corporaciones nos dan nuevas aplicaciones, experiencias personalizadas y entretención gratis para mantenernos conectados y obtener lo que buscan, que son nuestras formas de resolver problemas, los patrones, los gustos y los datos biométricos entre otros y que los utiliza para predecir, influir y controlar nuestras acciones muchas veces de forma poco transparente. Será esta la simulación creada para nosotros. La nueva Matrix.
¿Estamos dormidos? ¿Creemos que somos dueños de nuestras vidas? Pero, muchos de nuestros pensamientos y acciones están influenciados por algoritmos de IA parametrizados con nuestros datos. La personalización que nos ofrecen las plataformas digitales actuales es, en realidad, una simulación y una forma de control. Al conocer nuestros gustos y preferencias, las empresas pueden mostrarnos anuncios y contenidos diseñados para mantenernos enganchados y consumir más.
Pero sabrán estas corporaciones en que se están metiendo, ¿Podrán estas corporaciones dominar a la futura IA que están construyendo si las decisiones son cada día más dependientes de factores complejos que exceden la capacidad humana? El sistema financiero ya es prácticamente datos y algoritmos cuyo funcionamiento es conocido por muy poco expertos, también el cambio climático, las estrategias geopolíticas, el crimen, entre otras. La ética y la moral que es una cosa humana, tendrán algún sentido para la IA. ¿Lo incorporarán en sus algoritmos, dado que viene en los datos? ¿Le interesará a la IA compartir los recursos y la riqueza que cree con todos los humanos?
Como en la película, ¿aparecerá un elegido que nos muestre nuestra verdadera realidad y convenza a las corporaciones de usar la Matrix en beneficio de todos, ya que ni ellas mismas tienen su subsistencia asegurada? Debemos despertar, ver la Matrix como realmente es, recuperar el control de nuestros datos y tener acceso a ellos.