La inteligencia artificial generativa se ha extendido de manera exponencial como una potente herramienta para muy buenos fines, no obstante, reporta algunos riesgos y efectos negativos cuando se la emplea para prácticas tan problemáticas como es el cyberbullying.
Como ha aparecido en la prensa recientemente, sólo en lo que va de este año la Superintendencia de Educación ha recibido al menos cuatro denuncias de maltrato entre estudiantes relacionadas con imágenes y/o videos falsos o modificados, de los cuales se supone que algunos fueron creados con inteligencia artificial.
En ese contexto, desde la Asociación de Psicología Americana han aparecido recomendaciones que apuntan a cómo se puede acompañar a los escolares o adolescentes en el uso de este tipo de medios, de modo que se pueda prevenir y detectar tempranamente el cyberbullying, así como también disminuir los efectos que ese tipo de maltrato tiene a nivel personal y de la comunidad escolar y familiar.
Una primera acción clave, sobre todo cuando se trata de jóvenes en la adolescencia temprana (10 a 14 años), es que los adultos monitoreen su uso —balanceando su derecho a privacidad— de redes sociales (RRSS) y de las inteligencias artificiales (IA), esto es, observando, discutiendo y aconsejando sobre qué ven y hacen en estas plataformas, de modo que la autonomía que tengan para usarla la alcancen de manera gradual.
Otra iniciativa que pueden ejercer los adultos, es incentivar a los adolescentes a que usen las RRSS para crear comunidades positivas, de apoyo, compañerismo e intimidad, de modo que contribuyan a la socialización saludable.
Para reducir los riesgos de los daños psicológicos por la exposición a contenido inapropiado, ofensivo o francamente ilegal en RRSS, de recomienda hacer tempranamente las denuncias y levantar las alertas sobre esos contenidos, de modo que sean eliminados o bloqueados.
Para minimizar el daño psicológico de los adolescentes que han sido víctima de actos de discriminación, de odio, de desprestigio o de menoscabo personal en RRSS, es clave el acogerlos en su malestar, angustia, vergüenza o deseos de no ir un tiempo al colegio, por ejemplo, así como no juzgarlos por lo real o falso que aparezca en esas publicaciones, sobre todo considerando la alteración de videos o imágenes que permite el uso de la IA. En cualquier caso, es importante hacerlos sentir que se emprenderán diferentes tipos de acciones reparatorias.
Tanto los preadolescentes como los adolescentes son, normativamente, hipersensibles a la evaluación o juicios de sus pares y, en tiempos en que los que se observa una hiperconectividad a RRSS, es claro que hay mayor exposición al uso mal intencionado de ellas. Los adultos tienen un papel importante por tomar medidas que fortalezcan las herramientas de los más jóvenes para cuidarse cuando comparten cosas de su vida en estas plataformas, así como para que también cuiden a otros cuando estén pensando en publicar algo en esas redes.
Ayudémoslos a usar las RRSS y la IA de una forma empática y socialmente inteligente.