El Fenómeno de La Niña: ¿Qué significa para Chile?

Los duros efectos que vivirá el país por inminente llegada del fenómeno de La Niña: podría durar 3 años

La NOAA ha anunciado el fin del episodio de El Niño, abriendo paso a La Niña, un fenómeno climático que podría moderar las temperaturas y reducir las precipitaciones en Chile. Expertos prevén inviernos más fríos y veranos menos calurosos, ofreciendo un respiro tras los eventos extremos recientes. ¿Qué implicaciones tendrá este cambio en nuestro país? Aquí te lo explicamos.


Se despide El Niño y llega La Niña

Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU, el episodio de El Niño, conocido por provocar fenómenos meteorológicos extremos y que se han manifestado a lo largo del país, llegó a su fin. La autora del informe de NOAA, Rebeca Lindsey, explicó que “el péndulo climático del Pacífico tropical parece estar volviendo a su otro extremo”, dando inicio a La Niña.

¿Qué es La Niña?

La Niña es un fenómeno climática que enfría las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial central y oriental, afectando los vientos, la presión y las precipitaciones. En el Pacífico, esto se traduce en:

  • Temperaturas más frías en la parte centro-oriental.
  • Vientos más fuertes cerca de la superficie y en altitudes elevadas.
  • Lluvias más intensas sobre Indonesia y el resto del continente marítimo.

Por qué nos debería importar

En el contexto de fuertes lluvias e inundaciones, el fenómeno de La Niña podría traer un poco de calma a Chile. El efecto de este fenómeno en nuestro país generalmente significa:

  • Menos precipitaciones.
  • Inviernos más fríos.
  • Veranos menos calurosos.

En entrevista con Qué Pasa, Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, explicó que en la zona central de Chile, “La Niña tiene básicamente dos efectos. Por un lado, modera las temperaturas; los años marcados por La Niña no son extremadamente cálidos. Por otro lado, modera las precipitaciones; los años marcados por La Niña son en general secos”.

Además, Cordero señaló que La Niña podría evitar algunos récords negativos: “Gracias a La Niña, este año no va a ser extremadamente caluroso como el 2023″. Además, explicó que tampoco existiría hiperaridez. El climatólogo mencionó que “El tardío desarrollo de La Niña ha permitido que las precipitaciones durante este primer semestre se acerquen a valores considerados típicos, no solo en la zona central, sino en buena parte del país”.

¿Qué va a pasar ahora?

La NOAA estima un 65% de posibilidades de que La Niña se presente entre julio y septiembre. La probabilidad aumenta a más del 80% para los meses de septiembre y octubre, y casi al 90% para el periodo de noviembre a enero del próximo año.

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