El líder independentista catalán en el exilio, Carles Puigdemont, anunció el jueves que se presentará a las elecciones de Cataluña del próximo 12 de mayo, una decisión que remeció la política española.
“He decidido presentarme a las próximas elecciones al Parlament de Cataluña (...) Ahora que se abre la oportunidad de restituir la presidencia ilegítimamente e ilegalmente destituida (...) no tiene sentido que rehuya esta responsabilidad”, sostuvo en un acto en la localidad francesa de Elne, a unos 30 kilómetros de la frontera con España.
Puigdemont, fundador del partido independentista de línea dura Junts, afronta actualmente una orden de detención por su papel como presidente de Cataluña durante la votación de 2017 para separarse de España, y una posterior declaración de independencia que los tribunales españoles declararon ilegal.
Puigdemont, de 61 años, huyó de España para evitar ser detenido por cargos de desobediencia y malversación durante la crisis y ahora vive en Bélgica, donde actualmente ejerce como eurodiputado.
Un triunfo de Puigdemont sería un duro golpe para el gobierno del presidente español, Pedro Sánchez, que ya está en la mira por pactar una amnistía con las formaciones independentistas. Según los expertos, la elección del líder de Junts revitalizaría el impulso independentista.
Sin embargo, en la actualidad, los socialistas encabezan las encuestas para arrebatar a los independentistas el liderazgo regional de Cataluña, y señalan que no les preocupa la perspectiva de que Puigdemont se presente a la elección.
Uno de los gestores de la ley de amnistía es el abogado nacido en Chile, Gonzalo Boye, quien se encuentra asesorando a Puigdemont.
Boye tiene una larga experiencia. Ha trabajado en procesos de gran relevancia, como los juicios por el atentado en Madrid el 11 de marzo de 2004, el caso del extesorero del PP Luis Bárcenas y formó parte del equipo de abogados del exanalista de la CIA, Edward Snowden.
En esta entrevista con La Tercera, Boye analiza los alcances del regreso del líder catalán a España.
¿Cuáles son los escenarios que le esperan a Puigdemont?
En principio se supone que los jueces van a aplicar la ley de amnistía tal cual está. Me cuesta imaginar que no vayan a aplicar la ley. Por lo tanto, lo primero que tienen que hacer es levantar las medidas cautelares que existen en estos momentos. Es decir, la orden de ingreso en prisión en España la tienen que levantar y después ellos tendrán que ver si quieren plantear una cuestión de inconstitucionalidad o una cuestión prejudicial europea. Pero lo primero es lo primero, levantar las medidas cautelares.
¿Tienen planeado alguna estrategia en caso de que los jueces recurran al Tribunal de Justicia de la Unión Europea?
Nosotros durante los últimos seis años y medio, casi siete años, siempre hemos tenido una carpeta para las situaciones que se pueden crear y aquí también la tenemos. Lo que pasa es que, evidentemente, no la vamos a hacer pública de momento, porque confiamos en que no sea necesario. Nosotros siempre hemos ido algunos pasos por delante y esta vez va a ser igual. Lo que pasa es que tenemos que ser cautos con lo que decimos.
Puigdemont dijo el jueves que no se iba a postular como eurodiputado, ¿no teme perder la inmunidad europea?
Es uno de los riesgos que hay en todo este procedimiento. Pero él ha decidido que con todos los elementos que tenemos, es el momento de poner fin al exilio y volver a Cataluña y si lo encarcelan, es uno de los riesgos de su desafío.
Si llegara a ganar la Generalitat, ¿qué inmunidad tendría Puigdemont?
La idea suya es que lo restituyan en el cargo ganando unas nuevas elecciones. Y, evidentemente, a partir de ahí continuar un proceso de negociación con España de cara a un referéndum de autodeterminación. Ese es el proyecto.
¿En que se diferenciaría este proceso con el anterior?
Esta vez hay una postura. Se ha demostrado que todo lo que hizo el Estado español desde octubre de 2017 ha sido un auténtico fracaso. Es decir, la persecución del independentismo no solo no ha hecho desaparecer el independentismo, sino que lo ha reforzado y junto con eso, ha permitido que el independentismo ganase todas sus batallas jurídicas en Europa. Por lo tanto, es una situación en la cual, a partir de ahora, el Estado español y el independentismo tienen que sentarse y negociar una salida.
¿Cómo afecta a España esta ley de amnistía en el concierto de la Unión Europea, atendiendo a las repercusiones que puede generar en el bloque?
Yo creo que en España ha habido mucho histerismo respecto a la ley de amnistía, pero en Europa hay leyes de amnistía en distintos países. La propia Comisión de Venecia emitió un primer informe y un segundo informe que dejan claro que la ley de amnistía es compatible con el derecho de la UE. Y nosotros creemos que no va a haber ningún problema en Europa. De hecho, en estos siete años siempre en España han dicho que esto no será aceptado por Europa. Y siempre lo ha aceptado, porque los que teníamos la razón éramos nosotros y los que no sabían Derecho europeo y que no tenían razón, al menos jurídicamente, eran los españoles. Es decir, aquí ha habido jurídicamente una derrota que ha venido en el fondo a legitimar y consolidar el movimiento independentista. La batalla jurídica en Europa es una derrota para el Estado español y evidentemente la gente que piensa en España se ha dado cuenta que ir a una nueva batalla jurídica en Europa sería un error lamentable. Y por eso un problema político solo tiene solución política, no tiene solución jurídica. Yo siempre he sostenido que hay un momento en que los abogados, los jueces y los fiscales tenemos que desaparecer de la política española. Y cuando eso pase, es cuando en España se van a comenzar a normalizar la situación.