La pelota vasca, un deporte arraigado en la rica tradición del País Vasco, ha sido durante siglos una manifestación de destreza, competitividad y pasión. Iratxe Cervera Armendariz, alumni y actual docente de arquitectura de la Universidad del Desarrollo, personifica estos valores mientras lleva consigo el estandarte de la Pelota Vasca en su trayectoria deportiva y profesional.
Desde sus raíces familiares hasta su destacada trayectoria como seleccionada nacional de Pelota Vasca, Iratxe ha superado obstáculos y desafíos para seguir adelante en su camino hacia el éxito.
Nacida en una familia con fuertes vínculos con la Pelota Vasca, Iratxe fue introducida al deporte desde una edad temprana por su madre, cuyo linaje se remonta a Navarro, la cuna de este deporte. Después de un tiempo fuera de las canchas, regresó al mundo de la Pelota Vasca en 2017, impulsada por la casualidad de acompañar a su hermana a jugar en el Estadio Español, donde un entrenador de la Selección Chilena vio su potencial y la invitó a unirse al proceso de selección.
La Pelota Vasca, con sus variadas modalidades y dimensiones de canchas, ha sido un desafío emocionante para la pelotari, quien se ha destacado especialmente en la modalidad del trinquete, conocida popularmente como “pala argentina”. Los jugadores se encuentran en una cancha rectangular de 30 metros de largo, rodeada por cuatro paredes. El objetivo principal es hacer que la pelota alcance el frontis en su primer rebote. Sin embargo, el trinquete presenta particularidades que añaden complejidad al juego. Una de estas características es el “tambor”, un acabado en una de las paredes que desvía la pelota de manera impredecible.
Además, en la pared izquierda, se encuentra un mini tejadillo que provoca botes inesperados y genera variaciones estratégicas durante el desarrollo del partido.
Por otro lado, durante la participación dentro de la clasificatoria de los Panamericanos Santiago 2023 demostró su compromiso y determinación, aunque no logró alcanzar las exigencias mínimas. A pesar de esto, formó parte del Team Chile y acompañó a cada uno de los miembros del equipo chileno de Pelota Vasca, valorando cada experiencia como parte de su proceso de crecimiento y aprendizaje en el deporte.
A lo largo de su carrera deportiva, Iratxe ha aprendido a equilibrar sus compromisos como docente y arquitecta independiente con su entrenamiento y competiciones. Organización, disciplina y sacrificio son pilares fundamentales en su vida diaria, mientras busca alcanzar el máximo rendimiento tanto en el deporte como en sus otras pasiones.
“He tenido que vivir cambios y sacrificios, como cualquier deportista, dejando de salir de fiesta, descansar bien ya que los entrenamientos son potentes, y aprender a modificar y organizar mi tiempo, como deportista y profesora”, comenta.
La Universidad del Desarrollo ha sido un apoyo crucial para Iratxe, brindándole la flexibilidad y el respaldo necesario para continuar con su carrera deportiva mientras cursaba sus estudios universitarios. Reconoce las dificultades con las que conviven los deportistas en Chile, pero destaca el papel fundamental que ha desempeñado la institución en el desarrollo integral de los estudiantes-atletas.
“El deporte en nuestro país no es algo que se puede hacer como carrera, uno tiene que estudiar. Las universidades son los cementerios de los deportistas debido a que no hay ciertas libertades. Siendo alumna de la UDD, participé en dos mundiales, y tanto la universidad como los docentes siempre fueron super comprensivos y atentos con mi situación”.
Para la deportista, la pelota vasca va más allá de la competencia; es una fuente de valores como el compañerismo, la disciplina y la perseverancia. A pesar de los desafíos físicos y mentales que ha enfrentado, desde lesiones hasta momentos de desmotivación, Iratxe sigue adelante con determinación y pasión por el deporte que ama.