Este lunes el mundo despertó con la imagen de la isla de Taiwán rodeada por nueve espacios rojos en el mar, en medio de un mapa publicado por el gobierno chino para explicar sus nuevos ejercicios militares. En total, 125 aviones y barcos están rodeando la isla, en lo que se pretende es un “ejercicio”, pero funciona como una advertencia para las autoridades taiwanesas.

Apoyado por Estados Unidos, el gobierno taiwanés defiende su autonomía, mientras Beijing asegura que tarde o temprano tendrá que ocurrir la “reunificación” de China, lo que se traduce en la absorción de Taiwán. Estas son las claves de los ejercicios de este lunes.

“Espadas conjuntas 2024-B”

Menos intensos y más cortos que en ocasiones anteriores, los ejercicios de este lunes llevaron por nombre “Espadas conjuntas 2024-B”. Según el Ejército chino, incluyeron “patrullas de preparación al combate mar-aire, el bloqueo de puertos y zonas clave” e incluso “el asalto de objetivos marítimos y terrestres”.

Aunque fuesen solo “ensayos”, la repetición de estos hace temer el riesgo de algún accidente que provoque un enfrentamiento abierto. Desde el Ministerio de Defensa taiwanés aseguraron haber detectado 125 aviones chinos, lo que sería “un récord dentro de un solo día”, en las palabras del teniente general Hsieh Jih-Sheng.

Mapa de las nuevas maniobras militares de China alrededor de Taiwán. Foto: Reuters

Traspaso de la “línea mediana”

Los navíos del Ejército Popular de Liberación también cruzaron la “línea mediana” del estrecho de Taiwán, una frontera oficial para Taipei no reconocida por China, y que se vulneró también para advertir a Estados Unidos sobre la entrega de armas a la isla. Taipei, por su parte, colocó equipos de defensa en posición y anunció que estaba monitoreando las maniobras chinas.

En principio, estas maniobras no contarán con fuego real, y la idea es “practicar” de manera rápida el bloqueo total de la isla. Este bloqueo serviría para aislar a Taipei de Washington. Además del bloqueo, se harán ataques simulados contra la costa este de Taiwán, cuyas características geográficas la vuelven estratégica: cuenta con una cadena montañosa que no permite desembarcos anfibios, por lo que gran parte de la infraestructura militar de Taipei está ahí.

Maniobras como respuesta política

Los ejercicios de este lunes no estaban planificados hace meses: son una respuesta directa, cuatro días después de que se celebrara en Taiwán la fiesta nacional, y el presidente taiwanés, Lai Ching-te, reivindicara la democracia y soberanía de su nación. En un discurso el pasado jueves, el presidente llegó a prometer que resistiría una potencial anexión china.

Hoy, en medio de las maniobras, Lai Ching-te ha renovado su promesa de “defender el sistema constitucional y democrático” de Taiwán. Hay que considerar que los lazos entre Beijing y Taipei han empeorado gravemente desde 2016, cuando llegó a la presidencia Tsai Ing-wen, seguida este año por su sucesor, Lai Ching-te. China acusa periódicamente a las autoridades taiwanesas de querer profundizar la separación cultural entre la isla y el continente.

Casi todos los días hay maniobras cerca de Taiwán por parte de aviones y barcos de China. Sin embargo, los simulacros de guerra que ocurrieron este lunes son enormes, y se comparan a aquellos que en agosto de 2022 incluyeron el lanzamiento de misiles balísticos. En ese entonces, aquellos misiles sobrevolaron la isla, luego de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, visitara Taipei.

Más tarde, en abril de 2023, otra vez reaccionando a una reunión entre Taipei y Washington, Beijing ensayó el lanzamiento de aviones de combate mientras la entonces presidenta taiwanesa Tsai Ing-Wen se reunía con Kevin McCarthy, quien para esas alturas era el presidente de la Cámara de Representantes.

Lai Ching-Te, Presidente de Taiwán, y la vicepresidenta, Hsiao Bi-Khim, luego de ganar las elecciones en 2024. Foto: Reuters

Reacciones

Lai Ching-te, el presidente taiwanés, no quiso mostrarse intimidado por los ejercicios, y aseguró en un comunicado que “el Ejército de Taiwán mantiene sus posiciones”. En su opinión, los ejercicios chinos tienen “como objetivo perturbar la paz y la estabilidad regionales” y constituyen un “intento de coaccionar a los vecinos regionales de China mediante el uso de la fuerza”.

En Estados Unidos se mostraron preocupados por las maniobras. “La respuesta de la China, con provocaciones militares a un discurso anual rutinario, es injustificada y entraña el riesgo de una escalada”, expresó Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, quien ha pedido “moderación” a Beijing.

La visión de Beijing

Lo que Washington llama un “discurso rutinario”, para Beijing fue una provocación que estaría profundizando las pretensiones soberanistas de Taiwán. Desde el 10 de octubre hasta ahora, la prensa estatal china ha respondido de manera contundente contra el presidente taiwanés.

“Lai está decidido a avanzar temerariamente por la senda de la independencia de Taiwán, lo que supone una grave amenaza para la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. Es, sin duda, un ‘pragmático instigador de la guerra’”, aseguró Wang Yingjin, director del Centro de Estudios de las Relaciones Taiwán-China, en un artículo publicado el domingo por el diario oficialista chino Global Times.

En tanto, la portavoz del Ministerio de Asuntos Extranjeros chino, Mao Ning, indicó en una conferencia de prensa reciente: “El independentismo taiwanés y la paz en el estrecho de Taiwán son dos cosas perfectamente incompatibles”.