El experimentado ministro de Hacienda y la militante comunista a cargo de Trabajo rompieron con la habitual tensión que caracterizó a ambas carteras en las últimas décadas y resolvieron disciplinadamente sus propias diferencias políticas y técnicas en privado. No son amigos y tampoco se conocían antes de llegar al gobierno, pero sabían que necesitaban el uno del otro. Las reuniones clave que viabilizaron el acuerdo, las conversaciones con Boric en La Moneda en los últimos meses, la arremetida de Marcel en la última milla y el papel decisivo del presidente de RN, Rodrigo Galilea, tras el favorable resultado de las municipales para su partido, son los hitos que marcan la ripiosa historia del proyecto previsional.