Desafío: levantemos los hospitales

SEÑOR DIRECTOR:
Los hospitales partieron el 2025 con déficit. El anunciado aumento presupuestario del 4,2% fue absorbido por la deuda acumulada al cierre de 2024, que superó los $600 mil millones, y los nuevos recursos se destinaron a saldar compromisos pendientes. Así las cosas, y según las proyecciones, los fondos disponibles sólo alcanzarán hasta agosto, justo en plena campaña de invierno, cuando la demanda asistencial se dispare.
Se habla de mejorar la eficiencia, y claro que es necesario, pero no se puede exigir planificación a quienes no saben con cuántos recursos contarán ni cuándo llegarán. Los directores de hospitales no están gestionando salud, sino permanentemente apagando incendios: definiendo qué insumo dejar de comprar o a qué proveedor dejar de pagar, buscando siempre qué duele menos para mantener la atención.
Así, no se puede sostener un sistema público digno y eficiente. La salud no puede seguir dependiendo de parches, ajustes de última hora o remesas que nunca se sabe si llegarán. Necesitamos reglas claras, planificación y un compromiso firme con el financiamiento. No se puede pedir resultados sin entregar las herramientas mínimas para alcanzarlos.
Pese a todos estos problemas, la salud pública en Chile atiende a más del 80% de la población, llega a todo el territorio, no discrimina por capacidad de pago y sostiene millones de atenciones cada día. Este sistema, esencial para el país, es el que tenemos que cuidar y potenciar.
Francisca Crispi
Presidenta Colegio Médico de Santiago
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