SEÑOR DIRECTOR:

Los hechos ocurridos la noche del 10 de abril dentro y fuera del Estadio Monumental merecen la máxima sanción deportiva y el reproche de la ciudadanía. No obstante, resulta preocupante la forma en que el gobierno ha abordado la violencia en los estadios, partiendo por la designación de Pamela Venegas como jefa de Estadio Seguro.

La exautoridad tiene formación en periodismo e historia, con experiencia en medios radiales, un paso por el equipo de prensa de Universidad Católica y luego en la ANFP, en el área de fútbol femenino. Sin cuestionar su trayectoria en el ámbito privado, su formación y destreza difícilmente se alinean al principal objetivo de Estadio Seguro: garantizar la seguridad en los eventos deportivos.

Es urgente revisar criterios de mérito en cargos clave del aparato estatal, especialmente en áreas tan sensibles como la seguridad, que lidera las preocupaciones ciudadanas. Las primeras lecciones de esta tragedia deben ser claras: modernizar la legislación en espectáculos deportivos, limitar los cargos de exclusiva confianza y enfrentar la violencia en los estadios con sanciones efectivas a los clubes.

La seguridad en recintos deportivos no puede seguir dependiendo de decisiones ni designaciones improvisadas. Un Estado eficiente requiere de profesionales de alto nivel, con experiencia acorde a las áreas en las que ejercen sus funciones.

Rodrigo Espinoza

Director Escuela de Administración Pública UDP