SEÑOR DIRECTOR:

El debate sobre el futuro del Paseo Bandera se ha reactivado, enfrentando dos posiciones: conservarlo como boulevard peatonal o restituir su función histórica como eje de transporte público. Adoptar la segunda opción es lo más adecuado desde el punto de vista de la ciudad. Transformarlo en un corredor exclusivo para buses, compatible con peatones y ciclistas, como plantea el alcalde Desbordes, es un acierto.

Un estudio reciente publicado en Journal of Urban Economics, realizado junto a Felipe González (Queen Mary University), analiza datos GPS de casi 100 millones de viajes en Santiago. Encontramos que las vías exclusivas para buses -completamente segregadas del tráfico vehicular y con fiscalización electrónica- aumentan la velocidad del transporte público en 20% en hora punta y 15% en hora valle.

Bandera ofrece una oportunidad única para implementar esta solución de bajo costo. Es el único eje subterráneo de pasada bajo Alameda que permite el flujo normal del transporte público. Un corredor-boulevard permitiría conectar San Diego e Independencia, aportando resiliencia cuando la Alameda se ve interrumpida. También sería un piloto escalable a otros ejes urbanos, maximizando la eficiencia de la red de transporte público sin grandes inversiones.

Hoy, el túnel está subutilizado y en deterioro. Reconvertirlo como eje de transporte público seguro y bien diseñado es recuperar conectividad, seguridad y vitalidad urbana.

Hugo Silva

Académico de Ingeniería y de Economía UC